Las naciones árabes le dan la espalda al régimen de Siria
Tres naciones árabes, encabezadas por la poderosa Arabia Saudita, retiraron sus embajadores de Siria y le reclamaron el fin de la represión contra la población civil. El régimen autoritario del presidente sirio Bashar el Assad...
9 de agosto 2011 · 01:00hs
Beirut.- Tres naciones árabes, encabezadas por la poderosa Arabia Saudita, retiraron sus embajadores de Siria y le reclamaron el fin de la represión contra la población civil. El régimen autoritario del presidente sirio Bashar el Assad queda de esta forma muy aislado internacionalmente. Assad reemplazó ayer a su ministro de Defensa, quien habría ofrecido resistencia a continuar con la brutal represión militar contra la sublevación en curso, y que se inició en marzo pasado.
El rey saudita Abdullah rompió el silencio de los países árabes, tras la semana más sangrienta en casi cinco meses de revueltas en Siria, y llamó a consultas a su embajador en Damasco. Horas más tarde, Kuwait y Bahrein llamaron también a sus embajadores en Siria. La medida conjunta de los Estados del Golfo Pérsico profundiza el aislamiento internacional de Assad. Las naciones occidentales le han impuesto sanciones, mientras que países con relaciones históricas con Assad, como Rusia y Turquía, le han advertido que su tiempo se agota. "Lo que está pasando en Siria no es aceptable para Arabia Saudita", advirtió Abdullah en un comunicado por televisión. "Siria debería pensarlo bien antes de que sea demasiado tarde y poner en marcha reformas que no sean sólo promesas, sino reformas de hecho. O escoge la sabiduría por sí misma o se verá arrastrada a las profundidades de los disturbios y las pérdidas", advirtió el rey. Asimismo, el canciller turco, Ahmet Davutoglu, llegaría hoy a Damasco para decirle personalmente a Assad para darle un mensaje similar.
Ministro "enfermo". En tanto, en Damasco se informó que el general Alí Habib, ministro de Defensa desde 2009, fue retirado por "problemas de salud", según la versión oficial. Analistas señalan que Habib estaba mostrando resistencia a continuar con la represión ordenada por Assad. Habib es alawita, como la familia Assad. Fue reemplazado por el jefe del ejército, general Dawoud Rajha, un cristiano, y presunto partidario de la mano dura. Radwan Ziadeh, un estudioso de la Universidad George Washington, dijo que Habib perdió su cargo porque no tenía lazos con los servicios secretos, y que además "no estaba de acuerdo con los ataques que está lanzando el ejército. Es un oficial profesional y respetado". Su sustitución indicaría que existen oficiales alawitas descontentos con la cruenta represión. Muchos puestos militares y de seguridad están en manos de alawitas, una minoritaria secta de la rama shiíta del islam. La mayoría de la población siria es musulmana sunita.
El ejército desempeña un papel central en la represión, con el uso de artillería, tanques y ametralladoras contra los centros urbanos rebeldes. Este método se ha aplicado a media docena de grandes y medianos centros urbanos en el último mes, pero el grado de violencia escaló desde que el domingo 1º de agosto se lanzó el asalto a la ciudad de Hama, en el oeste. Una semana más tarde fue el turno de Deir el Zour, en el este del país. Como el régimen impide el trabajo de la prensa, sólo se conocen datos fragmentarios, provistos por testigos por teléfono.
Ayer el ejército renovó sus ataques a Deir el Zour. "Escuchamos explosiones y ahora hay cañoneos intermitentes", dijo un poblador. Por primera vez entraron en acción piezas de artillería pesada en la periferia de la ciudad. Al menos 300 personas han muerto durante la última semana en todo el país.
Yemen
Funcionarios estadounidenses convencieron al presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, quien está convaleciente en Arabia Saudita luego de un intento de asesinato, de no regresar a su país. El dato se conoce después de que Saleh dejara el hospital en Ryad, mientras las protestas masivas contra su mandato ingresan en su séptimo mes.