Con el asesoramiento de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), hoy comenzarán las obras estructurales a cargo del municipio para volver rehabitable el edificio incendiado hace quince días en Laprida 972. Se trata de un trabajo de “encamisado” de las columnas dañadas por el fuego, aparentemente intencional, que se desató durante la madrugada del 3 de febrero pasado causando la muerte de una anciana y lesiones graves a otro vecino de edad, más heridas de distinta consideración a otras 28 personas.
Mientras avanza la investigación judicial para determinar quién y por qué inició las llamas que consumieron ocho autos estacionados dentro de la cochera del edificio, la Municipalidad tomó cartas en el asunto y la semana pasada la intendenta Mónica Fein se reunió con un grupo de vecinos damnificados por el fuego.
Como resultado de ese encuentro, la Municipalidad se comprometió ante los vecinos realizar las obras de encamisado de las cuatro columnas dañadas por el fuego con el asesoramiento del Instituto de Mecánica Aplicada y Estructuras (Imae) de la UNR, en principio para “garantizar la seguridad del lugar y la preservación de la estructura”.
La meta es que “el edificio pueda ser habitado”, sostuvo el secretario General, Pablo Javkin.
En simultáneo, desde la provincia la Secretaría de Hábitat ofrecerá asistencia al consorcio a través de una línea de créditos blandos para encarar las obras que demande la rehabilitación de los servicios.
“La idea es ir haciendo ambos trabajos en paralelo para que quienes tengan las viviendas en condiciones puedan reinstalarse allí lo antes posible”, explicó Javkin.
De hecho, las llamas dañaron especialmente la torre trasera del edificio, que en total cuenta con treinta departamentos.
De allí que el encamisado, intervención que estará íntegramente a cargo de la Secretaría de Obras Públicas, busca aventar cualquier riesgo de derrumbe.