Lanús logró mantenerse anoche en la lucha por el título del Apertura porque le ganó a Vélez por 2 a 0 en el José Amalfitani ratificando que cuando avanza juega y define. El granate aún sueña porque quedó a un punto del xeneize.
Lanús logró mantenerse anoche en la lucha por el título del Apertura porque le ganó a Vélez por 2 a 0 en el José Amalfitani ratificando que cuando avanza juega y define. El granate aún sueña porque quedó a un punto del xeneize.
Diego Lagos, en la etapa inicial, y José Sand, en la segunda parte, aportaron los goles que le permitieron a Lanús ponerse, de momento, a un punto de la cima que Boca ocupa en forma exclusiva.
Lanús tomó la iniciativa buscando sin demoras las tres unidades que le permitieran mantener la esperanza de luchar por el título hasta el final del torneo.
Esa búsqueda le deparó un premio rápido, porque Maximiliano Velázquez ejecutó un tiro libre corto para Eduardo Salvio y el juvenil, de espaldas al arco, pisó la pelota y desorientó a Leandro Coronel y Fabián Cubero. A continuación, el volante habilitó a Lagos dentro del área y el zurdo se acomodó y definió.
El equipo visitante logró la diferencia porque entre sus virtudes figuran la versatilidad de su mediocampo y la frescura que caracteriza las incursiones ofensivas de Blanco, Salvio y Lagos, como así también la siempre importante presencia de Sand en el área.
Pero tras el 1 a 0 se replegó y Vélez dejó en evidencia que Lanús es de primera línea en ofensiva, pero mediocre en defensa. De no ser por algunas intervenciones de Bossio, el local hubiera igualado.
Cuando se reanudó el juego tras el descanso, Lanús consiguió de contraataque el tanto que esperaba para consolidar su triunfo.
A los 13’ hubo un pase largo, Cubero intentó controlarlo, pero falló. Lagos se la quitó, buscó a Sand y el artillero definió sutilmente a la izquierda de Barovero.
Lo negativo para Lanús fue que Adrián Peralta se lesionó la rodilla y Santiago Hoyos recibió su quinta amarilla. Pero más alla de eso, Lanús dio otro paso para prolongar su sueño de bicampeón. Será difícil, pero las matemáticas aún lo mantienen vivo. l