La familia de Roberto Negro Fontanarrosa dirime en la Justicia una pelea por los
derechos intelectuales de la extensa obra que dejó el rosarino. La situación llegó a tal extremo
que la viuda del humorista decidió radicar la denuncia correspondiente en Tribunales, tal como lo
confirmó ayer a LaCapital la misma Gabriela Mahy. Y el demandado es Franco, el hijo del escritor.
"Tuve que atenerme a las formas jurídicas", relató la mujer antes de acusarlo de quedarse con las
regalías por los libros y otros escritos.
Luego, fue más allá y se animó a señalar: "Lo que le hicieron en vida es una
aberración". Al parecer la historia tendría ribetes novelescos y carácterísticas tan insólitas como
las que el Negro contaba en sus prolíficos relatos.
De todos modos, en el jucio presentado el pasado 4 de noviembre en el juzgado
Civil y Comercial Nº 12 a cargo de Rodolfo Roque Bruch, subyace una feroz pelea por el manejo de la
obra completa y los derechos de autor.
Se trata de la disputa tendiente a cobrar el llamado acervo cultural. Mahy "se
quedó sin nada", indicó una fuente inobjetable consultada por este diario por lo cual ahora se
plantea la nulidad de los derechos a cargo de Franco, quien, según el mismo portavoz, habría
logrado que su padre firmara durante los últimos días de vida la cesión de aquellos derechos de
manera "dolosa y bajo presión"; algo que "no se merecía".
Si bien resulta difícil conocer los pormenores de los episodios previos a la
rúbrica, Franco se habría interpuesto entre Fontanarrosa y su viuda presionando a su padre hasta
lograr su cometido.
Los derechos de autor se rigen por la ley 11.723, que indica que los herederos
pueden percibirlos durante 70 años liquidándose de diferente manera, por ejemplo a través de la
Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores).
El Negro se casó dos veces y, con su primera esposa, tuvo a su único hijo. En
tanto, Mahy conoció en 2002 al creador de Inodoro Pereyra y contrajeron matrimonio en noviembre de
2006, previo divorcio. "No importa si lo nuestro duró poco: fue un premio a la vida", reflexionó la
viuda en julio pasado, a un año del fallecimiento del popular artista.
La muerte de Fontanarrosa ocurrió el 19 de julio de 2007, a los 62 años, a
consecuencia de complicaciones de un cuadro de insuficiencia respiratoria grave. En 2003 se le
diagnosticó esclerosis lateral amiotrófica, que lo obligó, a comienzos de 2007, a dejar de
dibujar.
Su fallecimiento disparó innumerables recuerdos y homenajes desde todos los
ámbitos. Pero también desató una disputa familiar por su herencia.