Nueva York. — El constructor estadounidense de automotores General Motors
anunció que cerrará 20 fábricas en toda América del Norte y hará drásticas reducciones en su
producción de vehículos en un intento por ajustarse a la demanda de vehículos cada vez más
limitada. La medida afectará al mayor número de plantas de GM en Estados Unidos, Canadá y México.
El vapuleado gigante automotor, que está en busca de ayuda del gobierno para evitar una quiebra
inminente, hizo saber que esta iniciativa, entre otras, es una respuesta a la caída del 26 por
ciento en todo el ramo y un 41 por ciento en GM.
GM indicó que recortará en 250.000 vehículos su producción prevista para el
primer trimestre de 2009, que incluye la reducción de 60.000 vehículos anunciada la semana pasada.
La producción normal es de 750,000 automóviles y camiones en el trimestre, dijo el portavoz Tony
Sapienza.
Muchas plantas dejarán de funcionar por todo el mes de enero, indicó y en
conjunto, las fábricas estarán cerradas durante el 30 por ciento del trimestre. "Estamos haciendo
ajustes muy drásticos", dijo el vocero Chris Lee.
Durante el tiempo que estén cerradas las plantas, los empleados dejarán de
trabajar y la empresa les pagará una porción de su sueldo regular. Asimismo pueden solicitar
beneficio de desempleo estatal, agregó Lee.
Caída en picada. La automotriz GM y casi todos los fabricantes con ventas en
Estados Unidos atraviesan por su peor descenso en 26 años. GM informó que sus ventas en Estados
Unidos cayeron en un 41 por ciento en noviembre y han tenido una declinación del 22 por ciento en
los primeros 11 meses del año con respecto al mismo período del año pasado.
GM, que carece de liquidez, ha pedido préstamos al gobierno a fin de mantener
sus operaciones hasta principios del año entrante. La Casa Blanca informó el viernes que podría
usar parte de los 700.000 millones de dólares del fondo de rescate a Wall Street, a fin de ayudar a
GM y a Chrysler a mantenerse en el negocio después que el Senado bloqueó la medida de hacerles un
suculento préstamo inmediato de 14.000 millones de dólares. La propuesta fracasó en una dramática
sesión el jueves por la noche después que los republicanos del Senado bloquearon la aprobación,
alegando que se requería mayores concesiones de recortes de salarios y de beneficios por parte de
los trabajadores automotrices.
Medida anticipada. Lee dijo que los recortes de producción no están relacionados
con el fracaso del rescate y que ya habían estado previstos.
Toda la industria automotriz ha hecho cuantiosos recortes de producción
recientemente en un intento por adaptarse al descenso de la demanda de automóviles. Previamente el
viernes, Honda Motor informó que iba a recortar su producción de automóviles en América del Norte,
en 119.000 en su año fiscal que concluye el 31 de marzo.
Libros contables, bajo la lupa
El gobierno de Estados Unidos está tomando las primeras medidas concretas
para salvar a los fabricantes de automóviles del colapso: funcionarios comenzaron ayer a examinar
los libros de cuentas, a fin de calcular el volumen de los créditos de emergencia necesarios,
informan medios estadounidenses.
La Casa Blanca y el Ministerio de Finanzas anunciaron el viernes su disposición
a utilizar parte del paquete financiero de 700.000 millones de dólares para rescatar a la vapuleada
industria del automóvil.
Anteriormente, el Senado había rechazado conceder a las empresas un crédito de
emergencia por valor de 14.000 millones de dólares (unos 10.500 millones de euros).
Ayuda condicionada. El diario Wall Street Journal cifra el monto del posible
crédito del gobierno en 8.000 millones de dólares (casi 6.000 millones de euros), una suma bastante
inferior a la que pretenden las automotrices, mientras que el New York Times señala, citando
fuentes gubernamentales, que Washington exigirá "concesiones considerables" por parte de los
empresarios y los sindicatos.
Asimismo, el diario neoyorquino apunta que "el gobierno no descarta apoyar un
proceso de quiebra controlado —de acuerdo a las leyes sobre bancarrota estadounidenses—
que permita la reestructuración de las compañías".
Durante los últimos días, varios medios estadounidenses habían informado en sus
páginas que las automotrices General Motors y Chrysler necesitan por lo menos 9.000 millones de
dólares (unos 6.700 millones de euros) en las próximas semanas sólo para poder pagar los recibos de
los principales abastecedores de repuestos automotor.
El gobierno apoyaría un proceso de quiebra controlado para reestructurar las
compañías"