El concejal radical Jorge Boasso propuso elevar el tope de exención de la tasa
general de inmuebles (TGI) a jubilados según el mismo criterio que la semana pasada empleó la
provincia para el impuesto inmobiliario. Más allá de su contenido, el proyecto presentado no
esquiva la impronta preelectoral que dominará la política local hasta septiembre, según se
desprende de las palabras del propio edil: "Si provincia y municipio van en el mismo sentido, como
rezaba el eslogan del socialismo (en 2007), deberían aprobar este proyecto. De lo contrario, (el
intendente Miguel) Lifschitz estará yendo a contramano".
Antes de su tratamiento en el Concejo, la idea de Boasso fue desestimada por el
titular municipal de Hacienda, Gustavo Asegurado, quien si bien por la mañana enmarcó el proyecto
en la coyuntura preelectoral, luego prefirió, ante la consulta de La Capital, rebatirlo desde lo
técnico. "Hace muchos años que el municipio tiene en vigencia un régimen de exenciones a
jubilados", replicó el funcionario, para quien "no hace falta regular algo que ya ha sido
tratado".
Modificación. En los considerandos del proyecto, Boasso alude a la decisión del
gobierno de Hermes Binner de elevar el tope de exención del inmobiliario e incluir a pasivos que no
posean más de una propiedad y perciban hasta 1.946 pesos de haberes. Así, los beneficiados pasarán
de ser 6.000 a 70.000.
En Rosario, la ordenanza tributaria ya contempla la exención de la TGI a los
pasivos que perciban hasta un 75 por ciento sobre del haber mínimo. La propuesta de Boasso es
modificar esa norma y elevar el techo para acceder a ese beneficio "hasta el tope de ingresos
mensuales fijado por la provincia para la eximición del impuesto inmobiliario", siempre y cuando
esto fuera más beneficioso para el contribuyente.
También en sintonía con el reciente retoque a nivel provincial, Boasso propuso
que la exención de la TGI sea automática —actualmente debe ser tramitada— y que para
ello "se utilice el mismo padrón de jubilados y pensionados que a nivel provincial se defina para
la eximición del inmobiliario".
Pero más allá de considerar que esta reforma "aumentaría de 6.500 a 35 mil" la
cantidad de beneficiados con la exención de la TGI, Boasso admitió otra motivación para su
proyecto: "Cuando leí la grata noticia de elevar el tope de exenciones a jubilados en la provincia,
recordé la promesa preelectoral de que provincia y municipio irían en el mismo sentido. Por eso
creo que acá se debería aplicar el mismo principio con la TGI, si quieren seguir de la mano",
disparó con acidez.
Por su parte, Asegurado desestimó el proyecto. "La exención de la TGI a pasivos
está vigente para quienes cobren hasta 1,75 veces el haber mínimo. Esa cifra, que es móvil,
actualmente implica un tope de 1.347 pesos", dijo convencido de que "no hay por qué modificar algo
que funciona bien".
El funcionario también rechazó la necesidad de automatizar las exenciones. "En
la provincia históricamente hubo problemas para llegar a los vecinos, pero eso no ocurre en este
municipio. Nunca hubo quejas sobre la tramitación de este beneficio y además tenemos un cuerpo de
inspectores que verifican que las condiciones para la exención se cumplan", señaló Asegurado, y
agregó: "Nuestro régimen también permite exenciones para inquilinos, lo cual arrima el beneficio a
un sector todavía más débil ya que no hace falta ser propietario".