"No me voy preocupado, pero no me gustó lo que vi. Seguramente volveremos a jugar como estamos en condiciones de hacerlo. Jugamos mal y no tenemos excusas. En el lugar donde más cambios tuvimos que realizar, mantuvimos la solidez de partidos anteriores y lo que el equipo tenía resuelto en las otras fechas, ahí es donde fallamos. Ganamos un punto porque no es que jugamos bien y dejamos dos en el camino. Lo hicimos muy mal. Igualmente no perder tiene influencia anímica para sumar en la tabla general".
Las declaraciones de Martino tras el empate soso frente a Belgrano ayudan a imaginar un Newell's más activo, punzante y protagonista frente a Estudiantes. Seguramente ese es el plan del Tata para esta tarde. Más allá de los nombres y más acá de sus objetivos.
Por encima de los apellidos. La salida de Bernardi es tan sorprendente como sustentadora de aquella reflexión del Tata en Córdoba.
No debe estigmatizarse a Lucas, porque entre otras cosas no se está analizando a un equipo en crisis, más bien todo lo contrario.
Sucede que la salida del capitán, no tiene que ver con su rendimiento, sino con el funcionamiento integral del equipo.
Sencillo. Martino necesita que el equipo tenga mayor volumen de juego y cree que necesita retocar el mediocampo.
Por lo pronto conocer al dedillo las limitaciones, es el primer paso para revertir la situación. Y parece ser más una cuestión estratégica que de apellidos. También es importante que el toro sea tomado por las astas lo más rápido posible y Martino sacudió la estantería para el duelo con el equipo de Cagna.
En todo caso, la cabeza del grupo es la que tiene que saber cuándo poner la pelota contra el piso. Y para eso nada mejor que el Tata.