Un niño que padece leucemia y requiere un trasplante de médula ósea deberá ser
derivado a algún hospital de Buenos Aires porque hace un año y medio que no funciona el único
servicio público de trasplante oncohematológico (derivado de enfermedades de las células de la
sangre) de la región, ubicado en el Hospital Vilela. Según afirman en la Secretaría de Salud
Pública municipal, el Vilela cuenta con toda la tecnología para hacer esas intervenciones, pero no
se realizan porque "no hay demanda". Sin embargo, LaCapital pudo corroborar que el año pasado se
derivaron ocho chicos rosarinos al hospital Garrahan (ciudad de Buenos Aires) para someterse a esa
intervención.
Las dos salas del Vilela donde se hicieron cerca de 20 trasplantes hoy están
cerradas bajo llave. Está todo instalado: máquinas especiales para que los pacientes
inmunosuprimidos no sufran ninguna complicación, monitores y equipamiento específico. Todo está
allí, detrás de una puerta que no se abre desde hace un año y medio. Además, la fundación que
brinda alojamiento a las familias de los niños oncológicos que no viven en Rosario tuvo que cerrar
una casa destinada a pacientes trasplantados.
Tanto las autoridades del hospital como las de la Secretaría de Salud Pública de
la Municipalidad aseguraron que no se realizan trasplantes de médula ósea porque "no hay demanda".
Paradójicamente, sólo en la Casa Garrahan, una de las instituciones que aloja a los chicos que van
a recibir un tratamiento y viven a más de 100 kilómetros de Capital Federal, el año pasado se
trasplantó a ocho pacientes rosarinos y a 49 del resto de la provincia de Santa Fe.
El secretario de Salud municipal, Luis Dimenza, optó por criticar al Ministerio
de Desarrollo Social de la Nación. "Cada caso se estudia y, como hay que subsidiarlo con mucho
dinero, la Nación prefiere a los hospitales porteños y a nosotros nos discrimina", sentenció. En
tanto, la subdirectora de la Secretaría de Salud, Karen Liljesthrön, llamó a analizar "por qué el
ministerio no deriva al Vilela".
Sin embargo, no sólo la Nación interviene, también lo hace el Cudaio, que si
bien habilitó el servicio del Vilela, no envía pacientes. La directora del hospital, Stella
Binelli, apuntó a los profesionales: "Es un problema de cada médico, que son quienes derivan los
pacientes al efector".
El camino. El jefe del servicio de Hematología, Amadeo Rosso, explicó que cuando
el médico considera necesario un trasplante, traslada la solicitud al Cudaio, que evalúa qué tipo
de intervención necesita el paciente. Luego interviene el Ministerio de Desarrollo Social de la
Nación. Desde allí se envía el 80 por ciento del dinero que sale la intervención y finalmente se
define el lugar en el que se va a realizar el trasplante.
Dimenza calificó de "discriminatoria" la actitud de la Nación de no derivar
pacientes al hospital rosarino. Para dar un ejemplo, Rosso señaló que "un trasplante de hermano a
hermano cuesta 170 mil pesos, sólo la intervención, sin contar con el seguimiento del tratamiento
posterior".
En tratamiento. Lo concreto es que hoy no se realizan trasplantes y cada vez son
menos los chicos que van a atenderse este tipo de enfermedades al Vilela. Contrariamente, las
estadísticas de incidencia de cáncer infantil crecen. Según los datos del Registro Oncopediátrico
Hospitalario Argentino, en el periodo que va del 2000 al 2005, la leucemia encabezó las causas de
cáncer infantil en la provincia de Santa Fe, con un promedio anual de 38 casos.
Los funcionarios locales señalaron que la atención está dividida en tres
hospitales: Provincial, Centenario y Vilela. Y al parecer la provincia tampoco envía pacientes al
servicio del hospital municipal.
En un marco en el que el gobierno municipal coincide en la línea política con el
provincial, aún no hay acuerdos para potenciar la estructura existente.
"Estamos trabajando y hemos avanzado en un proceso para que se unifique la
atención de todos los chicos oncológicos de la región en un mismo efector", señaló Dimenza. A su
vez, Binelli agregó que "como no se los atiende a todos en el mismo lugar, y el trasplante es la
última instancia, siempre habrá pocos casos, o ninguno, como ahora".
Pedido. Por su parte, las autoridades del Centro de Apoyo Integral
Hemato-Oncológico (Cenahi), una institución que ayuda a familiares y a pacientes con enfermedades
hematológicas y oncológicas del Vilela, mantuvieron una reunión con el ministro de Salud de la
provincia, Miguel Cappiello, quien prometió que se volvería a abrir el servicio.
Sin embargo, la presidenta de la institución, Blanca Coira, se lamentó de que la
unidad de trasplante no esté funcionando. "porque la gente pobre la necesita, y mucho".
Las autoridades remarcaron que están dispuestos a recibir a los pacientes
siempre y cuando lleguen los recursos de la Nación. Mientras tanto, los chicos con cáncer
hematológico deben ser atendidos en unidades de Buenos Aires, una inversión costosísima a la que no
todos pueden acceder.