“La razón blindada”, un texto del reconocido dramaturgo y director argentino Arístides Vargas, sube a escena bajo dirección de Héctor Ansaldi. Se trata de una pieza que revisa en clave metafórica las circunstancias y el encierro forzado de dos personajes, interpretados por Daniel López y Nicolás Terzaghi, que encuentran en Don Quijote y Sancho Panza una forma de huida de su realidad. La función de estreno será hoy, a las 21, en el teatro Caras y Caretas (Corrientes 1518).
“En un lugar donde nadie quiere acordarse, ubicado en la ambigua franja donde son llevadas las personas para ser corregidas, vigiladas y castigadas, De la Mancha y Panza están injustamente encerrados”, explican los responsables a modo de adelanto, y añaden: “Para escapar de la represiva opresión en la que viven, cada domingo se fugan por un túnel intangible que se adentra en lo más profundo de su paranoia”.
Se refieren así a la trama que en la realidad tiene como protagonistas a “dos presos políticos que presionados por las circunstancias emocionales y físicas, se juntan todos los domingos al atardecer para contarse la historia de Don Quijote y Sancho Panza. Lo hacen desde las limitaciones más extremas que supone estar detenido en una cárcel de alta seguridad, pero también con la necesidad vital de contarse una historia que los salve, que los transporte a una aventura humana situada en la imaginación, ese lugar al que la realidad más extrema no puede llegar, lugar donde el dolor más extremo pueda ser mitigado por el acto de imaginar otra realidad. Así, reinventan continuamente a Don Quijote, ese caballero que confunde molinos con gigantes, mujeres grises con doncellas, cárceles con paraísos y que se exilia en la sinrazón, en ese extraño desorden que no hace mal a nadie pero que ayuda profundamente a vivir”.
Ansaldi, director de la obra, relató que al momento de abordar el texto “con intenciones de sintetizarla o reducirla un poco, la leí y sentí como si la hubiera escrito yo por lo absurdo de la puesta y por eso decidí hacerla tal cual. La escena, la plástica, la iluminación, es lo que más me gusta desarrollar y comencé a trabajarla con los actores Dany López y Nicolás Terzaghi, que también son tramoyistas”.
Vargas es fundador de uno de los grupos más prestigiosos de América latina, la compañía Malayerba, de Ecuador Vargas es fundador de uno de los grupos más prestigiosos de América latina, la compañía Malayerba, de Ecuador
Sobre la puesta en escena, el director de Caras y Caretas, apuntó: “La escenografía es bastante dinámica, así es mi estilo; que sea parte de un todo, no solo un decorado, entonces mezclada con el texto e incorporadas las luces y el sentido que tiene la obra, que también es fabulosa, se logra un buen resultado y en el espectáculo se usa casi toda la sala, como es mi costumbre”.
Por su parte, Terzaghi destacó el atractivo de la forma en que Vargas aborda el clásico de Cervantes. “El texto de Arístides Vargas es muy atractivo literariamente porque reescribe un clásico de una manera sumamente poética y original, al tiempo que lo nacionaliza, ya que la obra presenta una clara alusión a la represión vivida en nuestro país durante la última dictadura militar. La puesta de Ansaldi suma vuelo poético e invita al público a vivir una experiencia sensorial, a torcer los barrotes de cualquier cárcel, ya sea real o simbólica, para pensar cómo la ficción se vuelve un camino hacia la libertad”.
Arístides Vargas es reconocido internacionalmente como director de importantes grupos y compañías latinoamericanas entre las que destacan la Compañía Nacional de Teatro de Costa Rica, el grupo Justo Rufino Garay de Nicaragua, el grupo Taller del Sótano de México y la compañía Ire de Puerto Rico, entre otras. También por ser fundador de uno de los grupos más prestigiosos de América latina, la compañía Malayerba, de Ecuador, que dirige en la actualidad.
Vargas nació en Córdoba, vivió en Mendoza y estudió teatro en la Universidad de Cuyo. En 1975, poco antes del Golpe de 1976, se exilió en Ecuador. Entre otras, es autor de “Jardín de Pulpos”, “Pluma”, “La edad de la ciruela”, “Donde el viento hace buñuelos” y “Nuestra Señora de las Nubes”.
La temática de su dramaturgia gira en torno a la memoria, el desarraigo y la marginalidad. La suya es una escritura poética no carente de humor, pero también de cierta amargura y, pese a esta última, muestra la inocencia suficiente para creer que el mundo puede ser cambiado.
El Grupo Malayerba, formado por un equipo de actores profesionales de distintos orígenes, nacionalidades, culturas y procedencias, nació en Quito, en 1979, como Taller de Teatro Malayerba, con carácter independiente y destinado a la producción de un teatro latinoamericano que exprese su realidad en un lenguaje propio, lo que se traduce en una búsqueda a través del Laboratorio Teatral Permanente, además de su revista Hoja de Teatro.