Una nueva industria podría generarse en Santa Fe con el impulso que el gobierno provincial quiere darle a la cría de peces en cautiverio, una idea que ya se venía gestando y que ahora tiene la primera experiencia en San Javier. Mientras tanto, organismos como el Inta y la Universidad Nacional de Rosario estudian la forma de replicar esta iniciativa en distintos puntos del territorio.
Así lo comentó ayer a La Capital el gobernador Antonio Bonfatti, quien estuvo en el norte santafesino presentando el primer centro piloto de acuicultura provincial, ubicado en el Paraje "El Paso", un kilómetro al norte de San Javier.
El proyecto del centro piloto comenzó a mediados de diciembre del año pasado, con el traslado de alevinos (crías de peces) de la especie rhamdia quelen y juveniles de pacú, procedentes de Corrientes y de Formosa, a los tanques instalados en el predio del Ministerio de la Producción. Más tarde se agregaron juveniles de salmón de río (Pira Pitá).
Acompañado por el intendente de San Javier, Mario Migno, y el ministro de la Producción, Carlos Fascendini, Bonfatti recorrió el predio y comentó: "El objetivo final de nuestro sueño es generar una industria en San Javier que procese a futuro los pescados y los que se van produciendo en cautiverio, o sea que la acuicultura termine con un proceso industrial", dijo esta mañana el gobernador Antonio Bonfatti al presentar en esa ciudad un centro piloto de acuicultura provincial.
Agregar valor. El mandatario se refirió a la idea original que tenía apenas iniciada su gestión sobre la cría de peces en cautiverio que, dijo, "no termina acá, porque estaríamos haciendo una primera etapa, y creo que lo importante es lo que sigue: la transformación, agregarle valor".
El objetivo de este centro es controlar el comportamiento de estas especies en un régimen de cautividad y de alimentación artificial. Por otra parte, sirve de escuela para el aprendizaje de las buenas prácticas de esta actividad. Para conseguir estos fines, se construyeron dos estanques en tierra y varias jaulas cúbicas y circulares para depositar en el río. En estos momentos hay en las jaulas circulares pacú y salmón de río y en las cúbicas rhamdia, mientras que en los estanques quedan juveniles de pacú y rhamdia quelem en el otro.
"Hay que adaptar la cría a la provicia y hacer los estudios de las condiciones para el desarrollo de los huevos, ya estamos en una producción más a escala, con varias jaulas donde se crían los alevines", contó Bonfatti a este diario. Las jaulas tienen tres metros de diámetro y dos de profundidad, están cubiertas de una malla plástica, y tienen capacidad para criar mil ejemplares, que llegan aproxiamadamente a 1,2 kilo. Se los engorda dos veces al día con alimento balanceado y en seis meses se logra la producción. "Cada jaula puede dejar unos 50 mil pesos, un monto nada desdeñable para una familia de pescadores, y la inversión, además de ser mínima, se haría con apoyo de la provincia", comentó.
Producción mundial. La idea tiene un sustento económico importante. "Más del 50 por ciento de la producción de pescado en el mundo es de crianza, no de captura. Obviamente, hay que estudiar qué especies se adaptan a cada geografía y a cada clima. Estamos trabajando con el Instituto de Biología Molecular, con el Acuario y la Universidad, que están evaluando distintas alternativas. Por primera vez s creó una red para sumar a los que tienen vínculo con esta actividad, a quienes se tienen que sumar los potenciales productores", contó Bonfatti.
Mientras tanto, en San Javier, donde se realiza la primera experiencia, se está haciendo un trabajo con las escuelas para cambiar el menú de los chicos, e incorporar el pescado a la dieta.
El director de este proyecto es Carlos Corvalán, un veterinario rosarino que trabajó 37 años en España, es profesor de anatomía en la Universidad de Madrid, y de regreso a Rosario fue contactado por el mismo Bonfatti para poner en marcha la iniciativa. Para el profesional, "esto recién empieza" porque a la cría se agrega después el proceso industrial (ver aparte).