"La población sufre mucho mentalmente"

Para Horacio Tabares, psicólogo clínico y social, especialista de larga experiencia en la problemática de la drogodependencia, "el aumento permanente y constante de producción, de venta y de consumo de sustancias psicoactivas con uso medicamentoso obedece a dos grande factores".

"Por un lado, hay que pensar que las sustancias psicoactivas en general, incluso aquellas utilizadas en forma medicamentosa, han pasado a formar parte de nuestra cultura. El objeto droga es un objeto cultural y por lo tanto su circulación, en muchos casos desregulada, permite el fácil acceso a este tipo de sustancia. Está instalado de alguna manera en la conciencia social de la cultura que frente a cualquier disturbio o frente a cualquier anomalía que nos ocurre podemos recurrir inmediatamente a algún tipo de psicofármaco que nos proporcione la tranquilidad mágica que la población le asigna". Por otro lado, señala Tabares, "en una sociedad tan convulsionada como la nuestra, con situaciones de inequidad e injusticia, y sometida permanentemente a crisis, hay un alto nivel de sufrimiento mental en la población. Ese también es otro dato de la realidad".

Actualmente, y según estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), "la venta de sustancias psicoactivas legales, este tipo de psicotrópicos, ha alcanzado el mismo nivel que las sustancias psicoactivas ilegales", explica el especialista, particularmente desde la perspectiva clínica que aborda el problema de la drogodependencia, que incluye el uso indebido de psicotrópicos como sustancias adictivas. "Si se puede vender cocaína, si se puede vender paco, si se puede vender marihuana, se puede vender también Rivotril y cualquier otro remedio. Es relativamente fácil para quien no tenga escrúpulos el hacerse de estas sustancias. Lamentablemente, el Estado ha resignado su papel tutelar en relación a la regulación y el contralor de todas las sustancias", sostiene Tabares.