A la televisión argentina le hace falta un cambio de aire. Y lo demostró, una vez más, valga el juego de palabras, la televisión de aire de este 2014. Con el regreso de Marcelo Tinelli tras su 2013 sabático, la pantalla chica volvió a apostar en las históricas figuras, con Mirtha Legrand y sus dos programas semanales; Susana Giménez con más de lo mismo y Jorge Rial, en un año en el que no sólo ratificó su popularidad con "Intrusos", sino que hasta le tocó beber de su propia medicina junto a su socio y amigo Luis Ventura.
"Guapas" y "Viudas e hijos del rock and roll" hicieron punta entre las ficciones más vistas, en un género en el que "Las 13 esposas de Wilson Fernández" marcó un quiebre con una apuesta audaz y divertida. "Tu cara me suena" y "Masterchef", junto con "Los ocho escalones" coparon el rubro entretenimiento. El 2014 se recordará también como el año que se partió en dos a partir de junio con el Mundial de Fútbol y que también mostró una división con la irrupción de Sifema (Sistema Federal de Medición Audiovisual), la medición oficial que se suma y desafía a Ibope. Como para ponerle un número más preciso a un aire cada vez más enviciado.
Los balances suelen ser mezquinos, e incluso injustos para muchos de los que pusieron todo de sí para sacar la cabeza del agua y ni siquiera son citados en una revisión general. Pero dentro de lo arbitrariedad y la inevitable subjetividad del enfoque, se trata de rescatar aquellos programas que dejaron una buena sensación en el televidente. Los que hicieron reír, lagrimear, disfrutar o estar pendientes de su desenlace en desmedro de aquellos que invitaron al zapping en la primera de cambio.
Se decía que este año Tinelli coparía todo con su regreso, pero fue una verdad a medias. Marcelo volvió a hacer gala de un formato que debería cambiarse, más allá de la bendición del rating, y logró sacudir el avispero con un "Bailando 2014" que dejó varios mensajes. El primero y rotundo fue que no es un hecho menor que el concurso lo hayan ganado El Bicho Gómez y Anita Martínez. Eso demostró que a la gente le gusta ver bailarines de lujosa técnica pero más le gusta divertirse. Y por eso la pantalla se puso caliente con cada nueva ocurrencia de la dupla, pero también con la desopilante Lizy Tagliani, y también la gente se emocionó con la historia de vida y desarraigo de El Cuba, claro, de eso se trata, de abrir el puente de las emociones. Ahí sumó Tinelli. En cambio, pifió con una apertura pomposa y desajustada, hartó con su San Lorenzo campeón, y también con las devoluciones extensas de un jurado cada vez más complaciente con su status de estrella.
"Guapas" fue un bálsamo en el año que Pol-ka celebró dos décadas de ficción de alto impacto. Mercedes Morán, Isabel Macedo, Florencia Bertotti, Carla Peterson y Araceli González hicieron gala de los textos de la guionista y bloguera Carolina Aguirre y se lucieron con su espontaneidad y precisas actuaciones. Lástima que en la última etapa de la tira incorporó erróneamente al personaje del Facha (Adrián Suar), y obligó a cambiar el elenco y a sufrir las deserciones de muchos protagonistas clave, una situación que también ocurrió en "Farsantes", que finalizó con un sabor agridulce al comienzo de este año, en medio de cierto caos en los guiones y hasta peleas entre algunos de sus protagonistas.
Y si de peleas se habla, nada como "Intrusos". Rial no pudo evitar que su fricción con Mariana Antoniale se hiciera pública por un coqueteo con la ganadora de "Gran Hermano", Marianela Mirra, en una historia de amor que tuvo final feliz para la mediática pareja. Luis Ventura también pasó de entrevistador a entrevistado, dijo al aire una frase poco feliz tras el embarazo de su amante Fabiana Liuzzi, y todo desembocó en su salida del programa y en una herida en su relación de amistad con Rial. Con todo,"Intrusos" es el programa fuerte de América, en un canal en el que Alejandro Fantino sigue ganando televidentes con "Animales sueltos", en un abanico que incluye entrevistas a figuras políticas, intelectuales y deportistas hasta debates poco sustanciosos con un irregular panel, en el que sobresale el repentismo humorístico de Coco Sily.
Mirtha siguió con sus almuerzos de los domingos y le agregó las cenas de los sábados, en unas mesas donde la frivolidad convivió con discusiones polémicas sobre inseguridad (con Ivo Cutzarida, como disparador, allí y en otros programas), y donde muchos de los políticos presidenciables aprovecharon para ganar adeptos y también detractores, según los casos.
Muy poco dejó Susana. Algún que otro juego millonario, los mismos invitados de siempre en extensas charlas poco atractivas y, encima, no contó con el aporte lúcido y humorístico de Antonio Gasalla. La diva de los teléfonos es otra figura que debería plantearse un 2015 distinto antes de correr el riesgo de caer en picada.
Con la receta de “Graduados”, “Viudas e hijos del rock and roll”, también de la productora Underground, volvió a meter las narices en la nostalgia del rock de los 80 y los 90. Y salió a flote gracias a una historia bien contada, con actuaciones sobresalientes como las de Paola Barrientos, Juan Minujin, Damián de Santo, Luis Machín y Verónica LLinás; y hasta sorprendió con algunos invitados de lujo, como Fito Páez, Marky Ramone, Juanse, Alejandro Lerner, Sandra Mihanovich y Chano Carpentier.
En tanto, “Señores papis” pasó con más sombras que luces; y “Noche y día”, con Facundo Arana y Romina Gaetani, ofrece un pantallazo de acción en el derrotero policial con alguna pizca de humor, una trama con intriga y pinceladas de buenas actuaciones, como las de Oscar Martínez y El Puma Goity.
La novela blanca. El tándem de telenovela blanca de Enrique Estevanez sigue demostrando que hay público para todo. Y lo ratificó con “Somos familia”, con el regreso de Gustavo Bermúdez, y “Camino al amor”, con la misma dupla de “Dulce amor”, Sebastián Estevanez y Carina Zampini, y cuyo final batió el récord de lugares comunes en un culebrón: todas las parejas tuvieron final feliz, las protagonistas fueron mamá el mismo día y en el mismo sanatorio, los villanos tuvieron su merecido y triunfó el amor: bastante parecido a lo que no pasa nunca en la vida real.
El entretenimiento mostró su mejor semblante con “Tu cara me suena”, con interpretaciones destacadas de Fernando Dente y Angela Torres, que resultó ganadora de la competencia musical. “Los 8 escalones” hizo que el televidente conteste desde su casa las preguntas de rigor y logró su objetivo de mínima, pese a la pésima conducción de Guido Kaczka. Por su parte, “Masterchef” consagró a la humilde Elba como triunfadora e hizo que a muchos se les haga agua la boca con cada uno de sus platos, pese a cierto destrato inicial de un jurado que bajó un cambio en beneficio del programa.
Jorge Lanata amenazó con voltear al gobierno y quedó encerrado en denuncias incomprobables que lo alejaron de la verdad y del rating. Y también pasaron de largo “Tu mejor sábado”, con lo poco eficaces Diego Pérez y Zaira Nara, y todas las latas de Canal 9, que no pudo ni por asomo volver a captar la atención que generó “Escobar, el patrón del mal”. Sólo zafó con “El legado”, que pese a una pretenciosa producción tampoco alcanzó a impactar al televidente.
La tele de aire enfrenta el desafío de superarse, en un año en el que los hábitos de consumo cultural siguen mutando, en que el encendido bajó abruptamente en la última década, y que las series ganan prestigio de la mano del streaming y de su majestad Internet. Sí, el aire de 2014 estuvo enviciado, y salvo algunos chispazos de buena ficción, abusó de mirarse demasiado el ombligo. Para poder respirar con la tele prendida, en este 2015 se impone un cambio de aire.