¿Qué pasaría si sucediera el proceso inverso al que imaginó Kafka en su clásico “La Metamorfosis”?. En aquella novela de 1915, Gregorio Samsa, el protagonista, se transforma en un insecto. En “Contrametamorfosis”, un “unipersonal escatológico” escrito por Mauricio Stirnemann y protagonizado por Gabriel Marinucci, el personaje es un insecto que poco a poco, ante su horror teñido de ironía, comprueba que se va convirtiendo en un ser humano. La propuesta se estrena mañana, a las 21, en Cultural de Abajo (Entre Ríos 579) y continuará todos los viernes de junio.
Según contó Marinucci a Escenario, la calificación de “escatológico” responde “en un sentido amplio a lo que cada uno puede llegar a opinar de esta obra, pero para mí, lo más directo es ese puente, ese vínculo que establece el insecto con la condición humana”, una naturaleza capaz de provocar su propia autodestrucción.
“Si en el universo kafkiano ser un insecto es una condena que apela a lo absurdo de la existencia -indican los creadores-, por el contrario, para este singular personaje, evolucionar a humano es su mayor tragedia”. En una pieza que también apela al humor negro, “la obra alerta sobre el daño que ha producido la humanidad en el planeta”, al tiempo que el personaje afirma que “frente a ese apocalíptico escenario, des-civilizar se vuelve la única tarea posible antes del colapso”.
El unipersonal, que llega por primera vez a Rosario, se estrenó en octubre de 2021 en el teatro “Aldo Braga” del Centro Cultural Municipal de la ciudad de San Lorenzo. Aquella función se realizó en homenaje a Graciana Mattalía, reconocida docente y directora de teatro fallecida en 2020, quien dirigió la obra durante el 2019 junto a Nicolás Terzaghi como asistente de dirección. Luego del estreno se sucedieron exitosas funciones en la sala “Bernardo Perrone” de la vecina ciudad; en noviembre de 2021 fue declarada de interés cultural por el Concejo Municipal de la ciudad de San Lorenzo, y en febrero de 2022 fue seleccionada para participar del Festival “Teatro de Verano Sanlorencino”.
¿Qué propone la obra?
“Contrametamorfosis” es lo inverso a “Metamorfosis”, de Kafka. Acá es un bicho que se empieza a dar cuenta de alguna manera que se está transformando en una persona y ahí empieza la tragedia de no querer formar parte de la raza humana. Diría que es una comedia negra porque este bichito comienza el proceso de una manera bastante compradora y hasta simpática para el espectador, para después terminar denunciando un poco a la humanidad y a lo que significa ser parte de ella.
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"La obra también es pensar hacia el futuro, qué vamos a querer y qué es lo que no vamos a querer volver a hacer", dijo Gabriel Marinucci.
¿Qué denuncia puntualmente en lo referido a la sociedad?
No apunta a una sola cosa. Hay una parte de la obra que hace referencia a la cloaca en la que habita este bicho, un momento en el que dice “esto es lo que somos, la gran mierda humana”. Y en cuanto a lo a lo social y a lo político, por ejemplo, hace hace referencia a lo que fue la dictadura, a lo que significa el machismo y la Iglesia hoy en día. También al capitalismo, las guerras. Es como que este bichito expone ante el público y denuncia lo que las personas hacen con la vida y lo que hacen también con ellos mismos.
¿Qué tiene para decir el personaje sobre este momento en particular del país y el mundo?
Hay una parte de la obra que para mí resume un poco esa idea y es cuando el personaje habla del deseo sexual construido por la cultura, las máquinas, los celulares, las sutilezas de fingir amor, los bombardeos a ciudades, las vacaciones all inclusive, el insomnio alienado en las pantallas. El dice “les devuelvo todo, pero no quiero llegar a ser humano”.
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La pieza fue declarada de interés cultural por el Concejo Municipal de San Lorenzo.
Más allá de tu personaje, del texto y sus críticas implícitas a la humanidad, ¿creés que está todo perdido?¿Rescatarías algo de la humanidad?
Yo creo que sí, y entiendo que de otra manera parecería un punto de vista bastante negro. Esa cuestión quizás extremista me hizo reflexionar sobre ciertos temas muy personales que también se pueden pensar en términos de nuestra sociedad. Mi maestra de toda la vida que es Rita Cortese, me decía que hasta decidir tirar un papel en la calle es ideología y no tirarlo también es ideología, y en ese contexto, desde esos actos chiquitos, me pensé a mí como ser humano. Y como sociedad, si tengo que hablar de este último tiempo, hablaría de lo que nos sucedió con la pandemia. Se hizo lo mejor que se pudo dentro de lo fue esa situación. Se han hecho muchas cosas muy buenas en los años que pasaron y después se han derrumbado en términos sociales, culturales y del arte en general. Esta pandemia nos ha abofeteado y acá entra de nuevo “Contrametamorfosis”, y es pensar hacia adelante, hacia el futuro, o sea, qué es lo que vamos a querer y qué es lo que no vamos a volver a querer hacer. Pienso que esa es una pregunta más que nos podemos hacer con esta obra. ¿Qué queremos? Es decir, qué queremos en todos los sentidos, en la vida, como seres humanos, como sociedad, como individuos. Entiendo que la obra está llevada a un extremo justamente para generar ese contraste.