El arco opositor coincidió ayer en calificar como "justo y legitimo" el reclamo del paro convocado por el sindicalismo contrario al gobierno y acusó a la administración de la presidenta Cristina Fernández de "gravísimos errores de gestión" en su política económica.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, advirtió que la medida de fuerza "agrava" la situación recesiva de la Argentina, pero apoyó el reclamo sindical por el impuesto a las ganancias.
Desde el radicalismo, el presidente del bloque de Diputados por la UCR, Mario Negri, fustigó al gobierno al afirmar que "en vez de abocarse a los problemas que motivan este paro anda contando cuántos pasajeros suben a los ómnibus", mientras que el massista Darío Giustozzi sostuvo que "los puntos establecidos" en el reclamo de las organizaciones gremiales "tienen que tener una solución".
Para Macri, "el gran protagonista es el gobierno, que tiene que replantear las medidas que han generado este nivel de inflación y dejar de tomar decisiones que afectan el normal desenvolvimiento de la economía".
En tanto, la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, le recriminó al Ejecutivo nacional "no" haber abierto "espacios de diálogo" para responder a las demandas de los trabajadores.
Contra la metodología. Sin embargo, Vidal rechazó, a través de un comunicado de prensa, la metodología de los cortes de calles: "Si bien el reclamo es legítimo, el que quiere ir a trabajar hoy (por ayer) no debería enfrentar un piquete", resaltó.
A su vez, Negri cargó contra el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, al apuntar que "la misma objetividad que tiene el gobierno para reconocer la recesión, la inflación y el desempleo, es la que tiene para analizar el paro".
"Es la tercera huelga que tiene este gobierno. No hay que pelearse con la oposición ni con los trabajadores, sino con los problemas que sufre a diario la sociedad argentina", añadió Negri mediante un comunicado.
En declaraciones a la prensa, el diputado Miguel Bazze alertó que se está "ante una situación compleja desde el punto de vista económico", que la vinculó con "la irresponsabilidad del gobierno porque no supo administrar la economía y cometió gravísimos errores de gestión".
Giustozzi, en representación del Frente Renovador, calificó como "legítima" la medida de fuerza y puntualizó que el gobierno debe responder por "la ola de despidos, la suba del impuesto a las ganancias y el impacto inflacionario que provocó un retraso en el poder adquisitivo".
Mientras, el diputado socialista Roy Cortina evaluó que "teniendo en cuenta que el gobierno utiliza el poder del Estado para presionar y amedrentar, hubo un acatamiento alto" al paro.
"El gobierno está finalizando un ciclo político que se jacta de ser inclusivo, progresista y nacional y popular, pero va a llegando a su fin con la misma brecha de desigualdad que en 2002", señaló Cortina.
En tanto en un comunicado, el titular del Movimiento Libres del Sur, Humberto Tumini, estimó que la medida de fuerza convocada por Moyano y Barrionuevo "una vez más ha sido contundente", y le recomendó a la Presidenta que "escuche a la sociedad y a la oposición sin descalificarla sistemáticamente".
El dirigente también cuestionó a Capitanich por haber dicho que el 75 por ciento de los trabajadores no acató la medida sindical y declaró que "vaya a saber qué película miraba en ese momento (el funcionario)".