“Cuando nadie se animó, el Tata lo asumió. Cuando nadie lo creyó, la gloria él nos dio”. Las letras negras escritas sobre la enorme tela roja de una bandera hecha por una amigas ultra leprosas fue la síntesis exacta de lo que hoy siente el pueblo rojinegro hacia la figura de Gerardo Daniel Martino. Por eso anoche un nutrido grupo de hinchas se movilizó espontáneamente a través de una convocatoria en las redes sociales hasta la casa del Tata, en la zona sur de Rosario. Familias, parejas y grupos de amigos, todos envueltos en los colores de Newell’s, coparon la calle frente al domicilio del ex DT rojinegro para entregarle un enorme “gracias por todo”, por volver en la más difícil, por el título reciente obtenido en el torneo Final y por la extraordinaria Copa Libertadores realizada a pesar de la eliminación por penales en la madrugada del jueves a manos de Atlético Mineiro en Belo Horizonte.