El canciller Héctor Timerman sostuvo ayer ante el Comité de Descolonización de Naciones Unidas que Argentina "reitera su solemne compromiso de resolver" la cuestión Malvinas "por medio del diálogo", pero "lamentablemente el fin de la controversia está secuestrado en Londres", se quejó.
"Hoy queda en evidencia que el anacrónico conflicto colonial y la obstinación en rehusar el llamado al diálogo irrita a cada vez más países, que se manifiestan en diferentes foros internacionales y que la usurpación de los territorios no solo ofende a la Argentina sino a toda la región, pues reconoce la causa como propia", afirmó.
El Comité de Descolonización se reunió ayer en Nueva York, donde —tal como sucede desde 1989— uno de los temas principales fue el reclamo argentino de la soberanía de Malvinas.
La delegación argentina, encabezada por Timerman, estuvo integrada por cuatro gobernadores, entre ellos el de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y un grupo de legisladores del oficialismo y la oposición.
Precisamente, Bonfatti, tras destacar la "solidez" de la presentación de Timerman ante el organismo internacional, reafirmó que "Malvinas es una cuestión de Estado, en la que los argentinos, oficialismo y oposición, debemos estar juntos" en esa determinación.
Silencio y ausencia. Durante su alocución, Timerman dijo que el "silencio" y la "ausencia" de Gran Bretaña en la sesión (no concurrió porque argumenta que la cuestión es entre Argentina y los isleños) "ponen en evidencia ante la comunidad internacional su negativa a acatar las resoluciones de la ONU, escudándose en una alegada voluntad de la población que implantó artificialmente en territorio argentino".
El jefe del Palacio San Martín resaltó que Gran Bretaña "se encuentra sin excusas para continuar evadiendo el diálogo, y por ello, recurrió a un nuevo intento de manipulación al pretender transformar al ocupante colonial en víctima y al país cercenado de parte de su territorio en el victimario".
Ello "mediante la organización de una consulta (el referendo kelper de marzo pasado) en las islas con resultado cantado", agregó el canciller, y aclaró que las Naciones Unidas "no convocaron ni aprobaron la iniciativa".
Así, "Londres arma y desarma consultas de acuerdo a sus circunstancias estratégicas", disparó Timerman, y planteó que "lo que resulta paradójico es que para legitimar esta estrategia antijurídica el Reino Unido invoca la libre determinación de los pueblos".
Sin embargo este principio —siguió hilvanando el canciller— "tan respetado por la Argentina, que ha permitido la liberación de más de 80 antiguas colonias, muchas de ellas británicas", no debe "ser manipulado para consagrar la perpetuación de una situación concebida e ideada por una potencia colonial".
Valor estratégico. El canciller dijo también que Gran Bretaña ocupa el archipiélago y sus aguas circundantes "por su valor estratégico y por la apropiación ilegítima de sus recursos naturales. Esos motivos y no otros son las verdaderas razones de la presencia militar británica en el Atlántico Sur".
Timerman dijo luego que Argentina "está sentada a la mesa del diálogo. Naciones Unidas lleva casi medio siglo reclamando la resolución pacífica de la controversia" mientras que "los pueblos de América latina y el Caribe, Africa y Asia ya se han expresado", sin embargo, "lamentablemente el fin de la controversia está secuestrado en Londres".
Luego, en diálogo con la prensa, el canciller sostuvo que "ni siquiera los principales aliados del Reino Unido ni sus socios ni sus vecinos han manifestado una sola vez apoyo a la posición británica".
Sin reconocimiento. Sobre el referendo kelper de marzo pasado (cuyo resultado, "cantado", fue la de seguir siendo "territorio británico de ultramar"), Timerman insistió en que "no fue reconocido por ningún país del mundo", ya que para las Naciones Unidas el conflicto "no es un tema de autodeterminación, es un tema de integridad territorial".
Palermo inglés. Luego graficó: "Hay menos británicos viviendo en Malvinas de los que hay viviendo en mi barrio en Buenos Aires, en Palermo".
Además, consideró "obsceno" que Inglaterra hable de "autodeterminación" en "una sala donde hay países que han luchado durante siglos contra el colonialismo".
"Estamos muy honrados de que el Comité (de Descolonización) haya ratificado que "el conflicto es entre el Reino Unido y Argentina". Esos son los dos países que "deben resolver de forma pacífica una controversia que es de soberanía nacional, sobre igualdad territorial. Jamás las Naciones Unidas aceptaron que había un tema de autodeterminación", concluyó.
Comitiva. La delegación argentina estuvo integrada, además de Timerman y Bonfatti, por los gobernadores Fabiana Ríos (Tierra del Fuego) y Maurice Closs (Misiones), la embajadora ante la ONU, María Cristina Perceval, los senadores Marina Riofrio (FpV, San Juan), Osvaldo López (ARI, Tierra del Fuego) y Rubén Giustiniani (PS, Santa Fe); los diputados Guillermo Carmona (FpV), Carlos Heller (FpV), Juan Carlos Zabalza (PS) y Pablo Tonelli (PRO).
La sesión contó también con la participación de María Angélica Vernet, tataranieta de Luis Vernet (a cargo de la Comandancia Política y Militar de Malvinas al momento de la usurpación británica en 1833) y Alejandro Betts, argentino nacido en Malvinas y residente en Córdoba desde los años 80.