En la era de las nuevas tecnologías, la definición en el Coloso se dio a través de un partido de radio. En cada grupo había un hincha estratégicamente ubicado, con auriculares colocados, que reportaba el minuto a minuto de Banfield en La Bombonera. Más de uno se acordó del Apertura 1990, cuando en la cancha de Ferro hubo que seguir las alternativas de River y Vélez en el Monumental para conocer al campeón. Esta vez, los goles de Palermo empardaron la tarde inspirada del Pato Fillol que allanó el camino de los leprosos al primer título de la mano del Loco Bielsa. Pero faltó el resultado propio. Newell’s anduvo torcido en su casa y el traspié fue inevitable. Sin embargo, las 40 mil personas que reventaron el Coloso advirtieron el esfuerzo del equipo de Sensini y tributaron un sentido aplauso cuando Baldassi decretó el final de las ambiciones rojinegras.