La lluvia que se registró en las últimas horas sobre el sur de la provincia de Santa Fe, el centro y sur de Córdoba, noreste de La Pampa y noroeste bonaerense comenzó a traer alivio a la sequía que venían soportando las distintas regiones productivas de la zona núcleo que amenazaba con generar fuertes pérdidas en los cultivos de maíz y soja. De todos modos, el gobierno de Santa Fe resolvió ayer -tras la reunión de la Comisión de Emergencia Agropecuaria provincial realizada por la mañana en ciudad capital- solicitar a la Nación la declaración del estado de emergencia agropecuaria en seis departamentos santafesinos afectados por la falta de agua.
El ministro de la Producción, Carlos Fascendini, confirmó que el gobierno santafesino solicitó emergencia para los departamentos 9 de Julio, Vera, San Cristóbal, General Obligado, parte de San Justo (todos en el norte provincial) y el sureño de General López. También se reclamó "el análisis del departamento San Javier y otros distritos de San Justo", dijo.
La llegada de las precipitaciones a media tarde no modificarán -por lo pronto- esta demanda concreta hacia la Nación, ya que las lluvias se produjeron con variada intensidad esencialmente en los departamentos del sur de Santa Fe como Caseros o General López (para éste último se reclamó la emergencia), pero no así en los del norte, donde hasta el cierre de esta edición aún no se había producido caída de agua de consideración, sólo en algunas zonas cercanas a la ciudad de San Justo, según la información del mapa interactivo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta).
Por otra parte, el gobierno de Córdoba dio ayer a conocer un informe tras la reunión de la comisión de emergencia de esa provincia en el cual explica que la sequía impactó en "dos millones de hectáreas" productivas del interior cordobés.
El titular de la cartera agropecuaria de Córdoba, Néstor Scalerandi, señaló que el encuentro de ayer fue para realizar una primera evaluación sectorial que arrojaron esos datos aunque aclaró que "si llueve en los próximos días la situación se aliviaría".
Por caso, anoche el mapa del Inta daba cuenta que pasadas las 17 de ayer comenzaron las precipitaciones en las regiones del centro y sur este de Córdoba.
Los representantes del gobierno cordobés señalaron que tras la evaluación y un relevamiento pormenorizado de la superficie productiva, elevarán al gobernador José Manuel de la Sota una propuesta que podría derivar en el pedido de declaración de la emergencia agropecuaria provincial o bien sólo a los departamentos afectados.
Ayer, el climatólogo Eduardo Sierra, señaló que las precipitaciones traerían alivio general al cinturón agrícola pero no alcanzarían para salvar a algunas zonas del noroeste del país debido a que la falta de agua durante todo diciembre y el principio de enero perjudicó a los cultivos de maíz -que atraviesan una etapa clave de su desarrollo- y a los de soja, y también dificulta el avance de la implantación de ambos granos.
Para Sierra, las precipitaciones serían muy reducidas en ciertas regiones relevantes, como el centro de Santa Fe y toda la provincia de Entre Ríos, donde se verían apenas unos 25 milímetros acumulados en dos semanas. "No será una recuperación total", señaló.
Pronóstico en diez días. Según el pronóstico del Instituto de Clima y Agua del Inta Castelar, las lluvias se van a desplazar hacia el norte de la provincia de Buenos Aires y comenzarán a registrar precipitaciones de diversas intensidades, sobre todo en la zona núcleo. "A partir de esto, es posible que los cultivos que estaban con dificultades se recuperen", dijo el presidente del organismo, Carlos Casamiquela, quien además reconoció que "en unos diez días vamos a tener un análisis por cultivo, departamento y partido, y el efecto de estas lluvias, debido a que en los lugares donde está lloviendo se modifica la situación que se perfilaba hace unos días".
Cuantificación.Por su parte, el coordinador nacional del programa ganadero del Inta, Daniel Rearte, expresó ayer que pese a la sequía "no se avizoran efectos muy negativos en la producción ganadera a escala nacional".
En el mismo sentido se expresó el dirigente de Federación Agraria (FAA) de Entre Ríos, Alfredo De Angeli, quien se diferenció del titular de la entidad Eduardo Buzzi, y explicó que "en Entre Ríos no se ha denunciado ningún tipo de mortandad de animales".
También el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Alberto Frola, dijo que "por el momento no tenemos nada, ni sabemos que haya mortandad" de vacunos.
En tanto, la Sociedad Rural evaluó en un comunicado que el déficit hídrico "está afectando seriamente" a la ganadería, además de a los cultivos, pero no habla de animales muertos. Señala, en cambio, que "en muchos campos ganaderos se acabó el pasto y existen casos en los que los ganaderos largan la hacienda a los lotes de maíz ya que éste no se podrá cosechar".
Por su parte, la prestigiosa consultora Oil World señaló ayer en su reporte que "la soja de la Argentina todavía podría recuperarse si caen lluvias suficientes ya que las plantas aún están en una fase temprana de crecimiento".
Alivio climático y político. La caída de agua no sólo alivió la situación sino que puso paños fríos al caldeado clima que se generó entre el gobierno nacional y el titular de FAA, quienes protagonizaron un cruce de acusaciones sobre la dimensión de la problemática y la forma de encarla. Mientras el ministro de Agricultura, Norberto Yahuar el lunes pidió "bajar el dramatismo" a la situación y aclaró que se brindará asistencia analizando cada caso, Buzzi acusó al funcionario de "saber bastante poco" sobre el tema.