El equipo de la Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDU), dirigido por Edgardo Bauza, se clasificó ayer para la final del Mundial de Clubes de Japón al imponerse por 2-0 a Pachuca de México en la semifinal disputada en Tokio.
El equipo de la Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDU), dirigido por Edgardo Bauza, se clasificó ayer para la final del Mundial de Clubes de Japón al imponerse por 2-0 a Pachuca de México en la semifinal disputada en Tokio.
El argentino Claudio Bieler y el ecuatoriano Luis Bolaños anotaron los tantos para el campeón de la Copa Libertadores de Sudamérica a los 4’ y 26’, respectivamente.
LDU consigue así continuar la tradición que dice que el campeón de la Copa Libertadores de América siempre llega al partido decisivo del torneo.
Ya a los cuatro minutos, en el segundo avance serio de Liga Deportiva y ante una endeble defensa de los "tuzos", Bieler se internó con peligro en el área y aprovechó un rebote del defensor Manzur tras un despeje del arquero Calero: el balón quedó en los pies del delantero, que aprovechó para marcar el primer tanto.
Tras el impacto por la inesperada desventaja, Pachuca comenzó lentamente a salir de su campo para ir metiéndose en el terreno de la Liga, pero sin ocasionar peligro salvo con jugadas de pelota parada. Hubo un par de situaciones que bien pudo haber definido Bruno Marioni.
Después de escucharse los desesperados gritos del Patón para que sus dirigidos salieran del asedio, la Liga comenzó a aprovechar más cada contraataque. El experimentado Damián Manso se adueñó del partido con estocadas en busca de Bieler y del hábil Bolaños.
Así fue como a los 25’, Manso reclamó una mano al borde del área y el árbitro español Undiano Mallenco otorgó un tiro libre directo para Liga que fue aprovechado de manera excelente por Bolaños. Fue una jugada trabajada durante los entrenamientos ya que además de la natural barrera del rival, Liga antepuso su propia línea de jugadores para molestar la visión de Calero.
Una de las escasas posibilidades que tuvo Pachuca en la primera parte partió de los pies de Damián Alvarez, que enganchó a los 32’ una perfecta volea que alcanzó a desviar el arquero Cevallos con los puños. Un minuto después, otra vez el propio Alvarez estuvo a centímetros de la línea de gol, pero no pudo empujar hacia la red un centro de Christian Giménez que había superado ya al portero.
Otra oportunidad tuvo Liga para sacar mayor diferencia en el marcador cuando Calle, desde unos veinticinco metros, ejecutó un tiro libre que obligó a Calero a desviar a córner por arriba del travesaño.
En el complemento, Pachuca pareció salir decidido a revertir la historia. Francisco Torres ensayó un remate cruzado desde fuera del área, pero el balón salió lejos del arco de Cevallos. Desde ese momento, el fervor de los mexicanos fue diluyéndose al no encontrar una fórmula certera para anotar.
Por su parte, Liga salió a congelar el partido con sus cinco defensores y a buscar la velocidad de Bolaños con algún contraataque. Todo ello, sumado a que los mexicanos no encontraban el camino, hizo que el trámite comenzara a hacerse trabado, con permanentes interrupciones.
Pudo haber aumentado la Liga en el último minuto, cuando el chileno Navia, que sólo necesitaba empujar el balón hacia la red tras perfecto pase de Bolaños, falló de manera inexplicable rematando por encima del horizontal.