La experiencia de la línea de colectivos 153, que volvió a transitar las calles del barrio Santa
Lucía luego de que la policía decidiera acompañar el trayecto con un patrullero, podría aplicarse
también a la línea 107, cuyos conductores se niegan a ingresar al vecindario Celedonio Escalada
(ubicado detrás de Cristalería, en la zona noroeste) por considerarlo inseguro. En este marco,
entre hoy y mañana se espera una reunión en la cual podría acordarse que el 107 ingrese a dicho
sector en el cual sus habitantes no cuentan con ningún servicio de transporte.
Ultimamente los choferes de ómnibus se están resistiendo a entrar a
barrios que consideran “peligrosos”, a pesar de que la comunidad reclama el
servicio indispensable para trasladarse. Una reunión realizada la semana pasada con la policía, el
Ente de Transporte de Rosario (ETR) y el gremio de los choferes logró que el 153 volviera a
circular por los barrios Santa Lucía y Las Palmeras (zona oeste), en el radio de
Circunvalación, Pellegrini y Rivarola, acompañados por un móvil policial durante el recorrido.
En este sentido, hoy podrían definir qué pasará en el barrio Celedonio
Escalada, donde más de 90 familias reclaman con carácter de urgencia que el 107 ingrese unas
cuadras para que no tengan que caminar casi un kilómetro para poder acceder a un medio de traslado.
El director general de Transporte, Mariano Savia, confirmó que hoy o
mañana se definiría la situación de la línea de la empresa Rosario Bus, cuyos choferes se negaron a
entrar al barrio “por la inseguridad”.
“Se realizará hoy una reunión entre el gremio (UTA), la empresa y
la policía para determinar cómo se llevará adelante el procedimiento”, destacó Savia. A su
vez, comentó que “tal vez no tenga la misma resolución que se tomó con la 153, pero
seguramente habrá una solución”, comentó con cierto optimismo el funcionario.