“Nazareno Cruz y el lobo” es parte de la historia del cine
argentino, pero antes que Leonardo Favio rodara su película, fue una leyenda que llevó a la radio
el autor Juan Carlos Chiappe. La directora Nora González Pozzi se basó en ese texto para la comedia
musical que estrenará el viernes próximo en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza).
Juan José Camero y Hernán Piquín, presentes en Rosario para los ensayos, son las
dos figuras invitadas que la responsable del Estudio de Comedias Musicales de Rosario convocó para
este ambicioso proyecto que rescata la leyenda popular sobre el hombre-lobo.
La puesta en escena, con excepción de Camero y Piquín, cuenta con más de
cuarenta actores, cantantes y bailarines rosarinos, en un elenco que incluye a profesores,
egresados y alumnos del estudio que dirige González Pozzi.
La pieza, que se presentará en tres únicas funciones el 14, 15 y 16 de
noviembre, contará con una orquesta en vivo dirigida por Leonel Luque y la música elegida para esta
versión pertenece a Juan José García Caffi, autor de la banda de sonido original del filme, además
de composiciones de Lito Vitale.
Camero tendrá a su cargo un rol casi testimonial en escena, el de alguien
“que recuerda su propio pasado”, adelantó el intérprete a Escenario. El actor reconoció
que aquel personaje fue una marca en su carrera y dijo que le produce “mucha emoción”
volver sobre aquel trabajo de 1975.
Piquín, que protagonizó el filme “Aniceto” dirigido por
Leonardo Favio, tendrá a su cargo el rol de Nazareno transformado en lobo. “Es un placer
enorme trabajar con esta compañía”, dijo el artista sobre el numeroso grupo que encabezan en
sus roles protagónicos los rosarinos Ignacio Pérez Cortéz, como Nazareno, y Griselda Siryi, como su
enamorada Griselda.
Nora González Pozzi, responsable de otra pieza de raigambre popular como fue su
versión de “Gotán”, de Julio Tahier, y de otras exitosas propuestas como
“Cenicienta”, “Robin Hood” y “La Bella Durmiente”, destacó que
se trata de una pieza que rescata una leyenda popular y puso el énfasis en “la magia”
de una historia que recogieron otras culturas, pero que en Argentina adquirió un perfil
singular.