Al amanecer del 24 de noviembre de 2013 la plaza A la Madre, ubicada en pleno centro de Villa Gobernador Gálvez, fue escenario de una infernal balacera que tuvo como saldo la muerte de Sebastián "Tata" Cantero y Joel Alejandro Velázquez. Además, en el hecho terminó herido Leonel Andrés S., de 22 años, quien fue alcanzado por dos disparos en el cuerpo. Por el hecho la jueza de Instrucción Mónica Lamperti procesó por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de coautor a Franco Francisco Esquivel, de 19 años. Este joven, dice el fallo, manejaba la moto de la que descendió Velázquez disparando hacia un grupo de cuatro jóvenes que comían en uno de los carritos de la plaza "a sabiendas de que se dirigían hacia ese lugar en busca de Sebastián Cantero y con fines de ultimarlo", según la resolución. La jueza, además, dictó la falta de mérito a Esquivel por el delito de portación ilegal de arma de guerra.
En la resolución de procesamiento puede leerse un extracto de la declaración testimonial que brindó Gabriel Maximiliano Riquelme, quien formaba parte del grupo que comía en un carrito al ser atacado a balazos por la dupla Velázquez-Esquivel (ver aparte) y que fue asesinado la madrugada del 3 de marzo pasado cuando circulaba junto a unos amigos en un Chevrolet Celta y comenzaron a ser perseguido y baleados desde un Fiat Palio en el que iban cuatro policías de civil fuera de servicio. Tres de esos policías fueron acusados luego por homicidio agravado y el restante, de 29 años y que no disparó, ya recibió una pena de 3 años de prisión en suspenso por encubrir el oscuro hecho califcado por el fiscal Adrián Spelta como "una cacería".
Violenta mañana. El domingo 24 de noviembre de 2013 a las 6 de la mañana, en la plaza A la Madre de Villa Gobernador Gálvez, los dos carritos de venta de comidas allí asentados estaban atestados de muchachos que improvisaban un desayuno. En unos de los carritos se encontraban comiendo una hamburguesa Sebastián "Tata" Cantero, de 25 años ; su hermano "El chinito", de 15; Gabriel Riquelme, de 20; y "El Tonga", de 16. Entonces, una moto Honda Fan negra con dos ocupantes se estacionó a metros de los carritos. El acompañante bajó y comenzó a gatillar sin pausa. El objetivo, se supo, era el Tata Cantero.
Para los investigadores, quien disparaba era Joel Alejandro Velázquez, de 19 años, y quien conducía la moto era Franco Esquivel. El ataque fue repelido por los comensales y en pocos segundos dos cuerpos yacían agonizantes. Uno era Cantero, alcanzado por una bala en el pecho, quien murió poco más tarde en el hospital Anselmo Gamen. El otro era Velázquez, quien con una herida de bala en la ingle fue trasladado al hospital Provincial de Rosario donde falleció. En la misma secuencia resultó herido Leonel Andrés S., de 22 años y ajeno al hecho, quien recibió un balazo en una de sus piernas y otro en el glúteo izquierdo.
Esquivel alcanzó a huir en la moto. Un día más tarde se presentó espontáneamente en la comisaría 29ª y quedó detenido. De acuerdo a lo que pudo reconstruir la jueza Lamperti en su investigación, previo al ataque a balazos Esquivel y Velázquez estuvieron en el boliche "La Brújula" de Villa Gobernador Gálvez y luego en la Honda Fan se dirigieron hacia la plaza A la Madre. Los testigos coincidieron en que Velázquez bajó de la moto y sin mediar palabras disparó contra Cantero. También que la agresión fue repelida por sus amigos. El peritaje de las vainas servidas concluyó que al menos se accionaron dos pistolas "produciéndose un intercambio de disparos, los que resultaron letales para Sebastián Cantero por un lado, y para Joel Velázquez por otro", según especifica el dictamen.
Para la jueza, "la prueba descripta viabiliza formular el juicio de probabilidad respecto de Esquivel" ya que el periplo que hizo junto a Velázquez "antes del encuentro con Sebastián Cantero, es demostrativo de que se hallaban juntos, circulando en una moto, supuestamente ya munidos con al menos un arma de fuego y con intenciones de causar la muerte de la víctima". Asimsimo, el dictamen hace hincapié en "las contundentes expresiones que aportó Riquelme respecto a que los dos bandos (Cantero y Velázquez) hacía varios días que venían con problemas".
Las armas.En su testimonio, Riquelme contó que comenzó "un enfrentamiento entre El tonga y El chinito por un lado y por otro lado Franquito y Velázquez. El tonga tenía un revólver calibre 22 negro (no expulsa la vaina automáticamente) y El chinito una pistola cromada 9 milímetros, circunstancia coincidente a prima facie con el hallazgo autópsico y productor del disparo letal (contra Velazquez)", se indicó.
Respecto a la hipótesis de que Esquivel esgrimía un arma de fuego, en el dictamen la jueza indica que "la ausencia de secuestro de la misma, sumado a la ausencia de pericia sobre algún eventual proyectil extraído a la víctima" para determinar de qué arma se trataba, le impide concluir al respecto y por eso le dictó falta de mérito por el delito de portación de arma de guerra.
"Todos se hacen los pistoleros"
En su declaración testimonial Gabriel Maximiliano Riquelme expresó que en Villa Gobernador Gálvez, “como todos tienen armas se hacen los pistoleros para ver quien es más que otro”, y dijo “desconocer cuál es el motivo real” de esa situación. No obstante sostuvo que víctima y victimario, “desde hace tiempo se tienen bronca entre sí y los días anteriores lo habían visto a Franquito con la novia de El tonga y El chinito”.