En Italia comenzó ayer un juicio contra al menos 30 militares acusados de secuestrar y matar personas en las décadas del 70 y 80 en Bolivia, Chile, Perú y Uruguay en el marco de lo que se conoció como la Operación Cóndor, con la presencia de sólo uno de los acusados, un colaborador del dictador uruguayo Gregorio Alvarez. Los acusados son juzgados en Roma por la desaparición y muerte de 43 ciudadanos italianos que vivían en Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Brasil y Paraguay en esa época La Operación Cóndor fue un sistema de represión coordinado entre los regímenes militares de Sudamérica —Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay— para eliminar opositores políticos incluso más allá de las fronteras de cada país. También participaron en el mismo militares peruanos.
Los informes iniciales hablaban de 21 acusados, pero los abogados que representan a los familiares de las víctimas, que dieron una conferencia tras la audiencia en un salón especial para juicios en la prisión romana de Rebibbia, brindaron una cifra más alta. Entre los acusados figuran el ex ministro del Interior boliviano Luis Arce Gómez, el ex primer ministro peruano Pedro Richter Prada, el ex jefe de los servicios secretos chilenos Juan Manuel Contreras y el general Francisco Morales Bermúdez, presidente de Perú durante cinco años. Los inculpados (1 boliviano, 11 chilenos, 4 peruanos, 16 uruguayos), cuyas edades oscilan entre los 65 y 90 años, han sido acusados de secuestro de persona y homicidio múltiple agravado y corren el riesgo de ser condenados a cadena perpetua.
Entre las 43 víctimas había 20 uruguayos, 13 ítalouruguayos, seis ítaloargentinos y cuatro ítalochilenos, según una fuente próxima al caso.
Fabio Maria Galliani, abogado que representa a los familiares de las víctimas ítalo-uruguayas, dijo que la audiencia inicial de ayer se vio dominada por objeciones de procedimiento, todas las cuales fueron rechazadas por la corte. Sin embargo, el juicio fue pospuesto al 12 de marzo. Sólo estuvo presente uno de los acusados, el capitán de navío Jorge Néstor Fernández Troccoli, colaborador del dictador uruguayo Gregorio Alvarez (1981-1985), quien obtuvo la ciudadanía italiana en 2000 y vive en libertad en una localidad balnearia 200 kilómetros al sur de Nápoles.
De acuerdo con Galliani, el juicio durará entre 12 y 18 meses. “Es un juicio difícil cuyo resultado es difícil de predecir. Presentar evidencia después de 40 años no es fácil”, dijo otro de los abogados de los familiares de las víctimas, Andrea Speranzoni. De todas formas, subrayó que el caso es importante después de tantos años por el bien de la Justicia, y añadió que era importante llevar adelante el juicio garantizando el derecho a la defensa de los acusados. Las investigaciones sobre la temida estrategia aplicada por los regímenes militares del Cono Sur fueron iniciadas hace más de quince años a raíz de las denuncias presentadas por los familiares de italianos asesinados o desaparecidos.