"La actividad de los seguros en la Argentina está bien consolidada pero tiene un montón de oportunidades por delante todavía", estimó Alcides Ricardes, CEO de Zürich Argentina.
"La actividad de los seguros en la Argentina está bien consolidada pero tiene un montón de oportunidades por delante todavía", estimó Alcides Ricardes, CEO de Zürich Argentina.
¿Cuánto más puede crecer? El doble. El ejecutivo cree que ese potencial desarrollo está relacionado con la maduración de diversos productos que aún no terminaron de despegar en el país, una realidad que no difiere a lo que ocurre en otros países de Sudamérica. También de motores importantes para el sector, como son el segmento más importante dentro de la industria: los autos.
A un año de cumplir la compañía medio siglo de vida en el país, Ricardes plantea en todo momento salir de la coyuntura para apuntar al largo plazo, un dato no menor, ya que se trata de un negocio que vende promesas para los momentos menos deseados.
El ejecutivo explicó que, en ese escenario, la compañía está actualmente en una fase de expansión, apostando a una mayor capilaridad por distintos canales de distribución, hacia el interior del interior del país.
Presentes en casi todas las gamas de productos, Ricardes señaló que la Argentina no escapa a las tendencias del mercado global de seguros. "El producto por excelencia es el de automotores, porque es el que tiene más masa crítica, mayor volumen y representa entre el 50 y el 70 por ciento del mercado", explicó, y agregó que "esa es una característica que se extiende a cualquier país y región del país, donde Rosario tampoco es la excepción".
—¿Qué tendencia está viendo actualmente dentro el mercado asegurador?
—La actividad de seguros en la Argentina está bien consolidada pero tiene un muchas de oportunidades todavía por delante. En nuestra actividad, una forma de medir y entender la potencialidad es relacionarla con el PBI. La penetración de la actividad del seguro en correlación con el PBI, y comparada con mercados más maduros, todavía es muy baja. Está entre el 3 y 4 por ciento del PBI argentino, cuando en un mercado maduro está en torno al 8 por ciento. Y esto no es una realidad sólo Argentina, sino de todos mercados latinoamericanos. En este sentido, hay productos que traccionan más, como son los autos, atados quizás a una compulsividad, porque el seguro de autos es mandatorio, y, en menor medida, productos como hogar, que aún no están muy extendidos en nuestro país.
En la actualidad, sólo el 40 por ciento de los hogares argentinos están asegurados. El PBI de alguna manera te muestra oportunidad y correlación de actividad del negocio, cuando tenés un PBI creciente tenés una actividad creciente. También, por distintas circunstancias, hay ciertas tipologías de coberturas que se ven más afectadas que otras en el pasado. Un ejemplo de esto está relacionado con los daños materiales. Hoy, producto del encarecimiento o falta de repuestos, lo que creció mucho es la definición de destrucción total del vehículo, por qué, porque al ser más caro se llega más rápido la conclusión de reparación total que está afectando en los resultados y en los precios.
—¿Cómo ves la salud del mercado asegurador con los cambios de reglas?
—Son momentos. Nosotros estamos por cumplir 50 años en Argentina, y hemos pasado distintos momentos, y siempre la proyección es ir hacia adelante y tratar de superar los momentos en función de la realidad de cada uno de esos momentos pero siempre pensando en el largo plazo. Nosotros lo que le garantizamos a nuestros clientes es que estamos hoy, estaremos dentro de cinco, 10 años. Es parte de la promesa que damos. Hoy, justamente, salvo el rubro de los autos acelera hacia un nuevo récord de ventas en 2013, el panorama para muchas otras actividades es más sombrío.
—Frente a esta situación, ¿ves que se puedan producir cambios en el mercado asegurador?
—Que esa situación lleve a una coyuntura particular hacia el interior de la industria del seguro no lo veo. La coyuntura es de corto plazo y el mercado es de largo plazo, con lo cual el mercado tiene capacidad para readaptarse a la circunstancia, al momento. Tampoco no avisoro concentración del mercado por una situación del momento. De hecho, la industria del seguro, que no es ajena a la realidad del PBI, viene de años muy exitosos y tiene muchos más para ganar. •