Durante la noche del domingo Carlos Cossia no dejó de agradecerles a los dueños de los animales que atendió a lo largo de sus 40 años como veterinario en la ciudad por el "voto de confianza" que también le dieron en las urnas para lograr su banca en el Concejo Municipal. Casi 24 horas más tarde, ya en su casa y sin perder un pizca de entusiasmo, volvió a hacerlo. "Esta es una elección de confianza y no me queda duda de que los dueños de los más de 300 mil animales que atendí en 40 años me confiaron entonces sus mascotas y el domingo volvieron a apostar a mi trayectoria", dijo quien construyó el mayor emporio veterinario de la ciudad. No dejó de recordar su infancia en Corrientes y Misiones, a sus padres y su casa sin agua corriente.
Como no podía ser de otro modo, en la puerta de la casa de ladrillo visto hay un cartel que advierte la presencia de un perro. Sin embargo, la primera que aparece en escena en el patio trasero de la casa es Juanita, una perra Yorkshire de pocos centímetros y que además está ciega; y el gato Felipe. "El pastor alemán está atrás", aclara Cossia, que aparece con un diario de agosto de 2001 y dice: "Lo estuve buscando mucho, porque ya acá había dicho que iba a ser concejal".
Con tiempo, pero listo para ir a grabar su programa "Mascotas por el 3", que dice que no dejará durante su mandato, atiende a LaCapital e insiste en que tuvo "una muy buena sensación con la gente durante toda la campaña", aunque admite: "Muchas veces no sabía si me saludaban por la candidatura o por ser el veterinario de su perro".
Desde Corrientes. Los padres son lo primero que nombra cuando habla de su origen. "Mi papá era empleado en una curtiembre y mi madre rondaba el analfabetismo", dice recordando sus primeros tres años en Corrientes, hasta que a su padre lo trasladaron a Misiones y allí se mudó toda la familia, de la cual era el menor de 5 hermanos.
En Misiones se recibió de veterinario y luego hizo el doctorado. "Vengo de una familia muy humilde, por eso soy un agradecido de la Universidad pública, porque es la única manera en la que podemos equiparar los que pueden con los que no pueden", dice recordando sus años de estudiante, cuando en su casa "ni siquiera teníamos agua corriente".
En 1972 su meta era llegar a Buenos Aires, y vino para Rosario pensando en que la ciudad sería el trampolín hacia Capital, pero se quedó. "Me decían «perros-service» porque iba de un lado para otro haciendo domicilios", cuenta en su living repleto de fotografías, sobre todo de los cuatro hijos que tuvo en dos matrimonios.
Experiencia. En 40 años se hizo el veterinario más famoso de Rosario, levantó un emporio, construyó el primer Hospital Animal donde se atienden unas 50 mascotas por día, hace televisión y se ocupa de cuanto caso exótico se presenta.
No sólo recuerda al delfín Nikita, que atendió porque había perdido un ojo, sino también cuando viajó al Amazonas brasileño para asistir a un elefante. Además, hay quien recuerda cuando atendió un camello, un tigre y un rinoceronte.
"Fue una profesión que me hizo vivir todas las experiencias, fueron situaciones muy ricas que me cambiaron la vida", afirmó el hombre de pelo cano, que no dejó de vincular su triunfo y su llegada al Concejo con sus cuatro décadas de trabajo con los animales.
“Mi referencia política está en el peronismo”
Llegó al Concejo como número uno de la lista del Partido Unite que encabeza José Bonacci, fue apoyado por el Sindicato de Recolectores de Rosario y ayer recibió el llamado del líder de camioneros Hugo Moyano, sin embargo aclara: “Mi referencia política está en el peronismo, yo soy peronista”.
Es más, sin medias tintas explica que “el sindicato necesitaba una estructura partidaria para no ir a la interna dentro del peronismo, entonces se utilizó la estructura del partido Unite , pero nada más que eso. No tenemos ningún tipo de relación política ni de referencia con Bonacci, con quien me reuní en apenas dos oportunidades por cuestiones operativas”.
Consultado sobre qué lugar ocupará en el nuevo escenario del Concejo a partir del 10 de diciembre próximo, dice sin dudar que será “oposición”, pero aclara que ante todo se define como “un hombre de diálogo y consensos”.
“No voy a ser un opositor sin razón, porque la gente está cansada de la oposición mezquina”, insiste el veternario, y afirma que “todo proyecto que llegue con buenas intenciones para los vecinos, no hay duda de que va a encontrar mi mano levantada, y si es necesario, voy a levantar las dos”.