La guerra contra las filtraciones amenaza la libertad de prensa

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) acusó ayer al presidente estadounidense, Barack Obama, de emprender una "guerra agresiva" sin precedentes contra la libertad de prensa. En su primer informe completo sobre la libertad de prensa en Estados Unidos, el CPJ documentó cómo el gobierno de Obama inició el doble de procesos judiciales por presunta filtración de información secreta que todas las demás administraciones juntas. Estas políticas "impiden una discusión libre y abierta necesaria en una democracia", indicó la organización en una carta dirigida al mandatario en la que se le solicita una reunión con él o alguien que designe para discutir estas amenazas a la libertad de prensa.

El informe de 30 páginas, obra de Leonard Downie, ex editor del diario The Washington Post, señala que la administración de Obama es la "más cerrada y obsesionada por controlar la información que yo haya cubierto jamás". David Sanger, veterano corresponsal de The New York Times en Washington y uno de los 30 periodistas entrevistados por Downie, señaló en el documento que pese a las promesas de Obama de convertir a su gobierno en el "mayor apertura y transparencia de la historia", los periodistas están "decepcionados".

El informe cita específicamente los procesos de la administración de Obama contra ocho funcionarios estatales y dos contratistas, entre ellos el informante Edward Snowden, por violar las leyes de espionaje estadounidenses al filtrar información a los medios. Hasta la llegada de Obama al poder sólo se llevaron adelante seis procesos por espionaje —basados en la filtración de información secreta a la prensa—, aseguró CPJ.

La organización también criticó el uso de citaciones secretas contra empresas mediáticas. En mayo, por ejemplo, la agencia AP reveló que el Departamento de Justicia se había incautado en secreto de los registros de 20 líneas telefónicas de la empresa en Nueva York, Washington y Connecticut durante dos meses en 2012. El FBI aparentemente estaba buscando cuál era la fuente gubernamental que había filtrado información sobre una operación antiterrorista.

Miedo a hablar. El informe de la CPJ indicó que los funcionarios del gobierno tienen "cada vez más miedo de hablar con la prensa", incluso si se trata de información no secreta, por temor a que los periodistas no puedan proteger a sus fuentes.

El informe de los medios remató poniendo en evicencia un programa "contra amenazas internas" puesto en marcha en cada departamento gubernamental, que ordena a todos los empleados federales vigilar el comportamiento de sus colegas para ayudar a evitar filtraciones de información.