“Seguimos remando”, apunta como título Roberto Echen en su texto curatorial para presentar una nueva edición de La Fugaz, la subasta de arte que todos los años propone Semana del Arte.
Echen explica: “Aunque sea una metáfora fácil, no por eso deja de ser pertinente. Estamos a la altura de Rosario, ciudad en la que no existe un mercado del arte. Lo cual tiene sus pros y sus contras. Entre los primeros se encuentra la libertad a la hora de decidir qué objetos considerar pertinentes para incluir en el ámbito del comercio de arte. Entre los segundos, la inexistencia de un mercado significa que no hay flujos monetarios y comerciales en los que ese tipo de objetos que denominamos artísticos pueda moverse (navegar sería otra metáfora accesible) con desniveles pero con cierta regularidad”.
Por eso la propuesta de la subasta que, desde hace diez años, promueve “empezar a instalar el pensamiento y el deseo de la adquisición de producciones artísticas desde un lugar lejano a la solemnidad y muy cerca del juego y el disfrute”.
Lejos de la presión del mercado, la subasta no sólo es una posibilidad para acceder a obras de reconocidos artistas que proponen distintas galerías de la ciudad sino también un desafío para el grupo de artistas especialmente convocados para generar una obra que se conecte el eje curatorial de la SAR, este año: las vías fluviales y el agua que fluye.
Por eso, “se invitó a artistas a intervenir un remo” y sobre esa acción Echen reflexiona: “Nos dimos cuenta de que, en verdad, somos muchos los que estamos remando en esta embarcación que todavía no está totalmente construida y que, sin embargo, avanza: los artistas que se suman año tras año a la convocatoria, las galerías que, cada vez más, se pliegan a la iniciativa, las instituciones organizadoras que han sostenido el evento sin dudar y el equipo curatorial”.
Los artistas invitados a intervenir los remos son Alejandra Tavolini, Andrés Paredes, Mariana De Matteis, Michele Siquot y Daniel Joglar. Mientras que a través de distintas galerías participarán de la subasta obras de Fabiana Imola y Max Cachimba (Darkhaus), Eduardo Serón y Román Vitali (Diego Obligado), Maxi Rossini y Mariana Tellería (Embrujo), Angles Ascúa y Constanza Caterina (eSTUDIOG), Gastón Herrera y Laura Echenique (Espiria), Carolina Grimblat y Javier Carricajo (NoBar), Sandro Pereira y Noëlle Lieber (Oficina 26), Juan Grela y Georgina Ricci (Ricchieri), Rubén Echagüe y Mauro Guzmán (Rivoire), Mimi Laquidara y Caro Villanueva (Tambor de truenos), entre otros.
A la lista de obras a subastar se agregará un artista que permanecerá en el anonimato hasta el momento de la subasta. Ese “momento artístico” se develará sólo en ese instante. “No voy a develar nada sobre él, sólo puedo decir que es alguien muy conocido”, dijo Echen quien recordó que el año anterior ese lugar fue ocupado por el reconocido Adrián Villar Rojas.
Pero además en esta edición de La Fugaz, y a modo de celebración por sus 10 años, el equipo curatorial propuso el regreso de Cámara Oculta. Cinco artistas ligados a la fotografía recibieron una cámara descartable con la que tomaron 24 fotografías. La “obra” de cada artista está en una lata que está identificada con un número. Los participantes del juego, que es en realidad una apuesta, conocen los artistas pero no en qué lata está la obra. “Lo que no se sabe es qué número corresponde a qué artista”, explica Echen. Los convocados fueron Norbeto Puzzolo, Andrea Ostera, Natalia Cavalieri, Daniel García y Silvio Moriconi. “Sabemos quiénes son, pero no dónde están”, apunta el curador.
Parte de lo recaudado será donado a una entidad de bien público. Las obras están expuestas en la sala central del Museo Castagnino (Pellegrini y Oroño), de 14 a 20, y la subasta de La Fugaz se realizará el martes, a partir de las 20.