Bilbao. — ETA quiere abrir un diálogo con el gobierno español, algo más de seis meses después de haber anunciado el cese definitivo de la violencia, de cara a su desarme y para abordar la situación de sus presos. Esto se desprende de las conclusiones publicadas por la Comisión Internacional de Verificación (CIV), un grupo de mediación no reconocido por el gobierno de España. Hasta ahora, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha rechazado cualquier diálogo con el grupo terrorista vasco. "No habrá ninguna negociación", aclaró la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. A ETA "sólo le cabe una opción, que es disolverse". La CIV ha tenido contacto directo con la organización terrorista, y entre el jueves y ayer, en su tercera visita al País Vasco, se reunió con el Ejecutivo regional, y con las formaciones políticas, excepto el Partido Popular (PP) de Rajoy, que se autoexcluyó. La CIV fue creada en septiembre de 2011 a instancias de la "izquierda abertzale", hasta hace poco brazo político de ETA.