Todavía en plena investigación en distintas partes del mundo y en la Argentina, los casos de
corrupción del consorcio alemán Ferrostaal podrían ser más graves que los de Siemens. Ambas
empresas germanas empleaban el soborno como mecánica habitual para comprar a funcionarios con poder
de decisión y así obtener contratos diversos en áreas industriales, navales o tecnológicas, entre
otras.
En el caso de Siemens, un consorcio gigante, admitió hace menos de dos años haber destinado
miles de millones de dólares para pagar coimas alrededor de todo el planeta, pero lavó sus culpas
con un acuerdo con la Justicia norteamericana y alemana mediante el pago de una multa de 800
millones de dólares. (ver página siguiente).
Los escándalos de Ferrostaal como el de Siemens (ambas con sucursales en Buenos Aires)
tuvieron un capítulo argentino, que está siendo investigado por la Justicia de nuestro país.
Ferrostaal, por el supuesto cohecho a militares, abogados y empresarios argentinos y alemanes por
la compra del diseño de buques patrulleros para la Armada, y Siemens por las coimas pagadas por un
contrato de confección de los DNI.
Impredecible. El diario alemán “Handelsblatt”, con sede en Düsseldorf y
especializado en información económica, publicó esta semana un informe sobre Ferrostaal en el que
alertó que “las dimensiones de los casos mundiales de soborno de esa empresa superan incluso
al escándalo de corrupción de Siemens”, y dijo que sus “consecuencias son aún
impredecibles”.
En la nota se explica que Ferrostaal contrató en mayo pasado al ejecutivo Andreas Pohlmann,
director de la recientemente creada Comisión de Disciplina y Administración, para que haga la misma
tarea que desarrolló en Siemens en la resolución de los problemas de corrupción.
Pohlmann llegó a Ferrostaal y abrió un programa de amnistía que vence la semana próxima, el
31 de julio, para que los empleados puedan denunciar prácticas corruptas de la empresa. A cambio de
la confesión mantienen su puesto de trabajo y son exceptuados de ser enjuiciados por daños.
El plan de amnistía parece que ha tenido un gran éxito y es probable que se postergue su
fecha de vencimiento porque tiene una gran demanda. Hasta el momento unos 50 empleados de
Ferrostaal se habrían presentado a contar lo que saben de las operaciones ilícitas y aliviar sus
conciencias, dice el periódico, que advierte que muchos otros también se sumarían. “En
algunos casos se trata de minucias pero en otros, sin embargo, de sospechosos pagos de varias
decenas de millones de euros por servicios de asesoramiento por los cuales la compañía no habría
recibido ninguna contraprestación efectiva”, agrega “Handelsblatt”.
Tanto el programa de perdón por hechos ilícitos como las investigaciones de la Fiscalía de
Munich, que ya allanó dos veces la empresa con sede en la ciudad de Essen, confirman que Ferrostaal
“parece atravesada por la corrupción” y según Pohlmann la magnitud del escándalo supera
a Siemens, teniendo en cuenta el tamaño de una y otra empresa. Siemens emplea en todo el mundo a
400 mil personas y Ferrostaal a 4.400, poco más del 1 por ciento.
El informe del periódico “Handelsblatt” dice también que la gerencia de
Ferrostaal quiere concluir cuanto antes el tema de los escándalos de corrupción, tal vez hacia fin
de año, y no descarta que se llegue a un acuerdo con la Justicia alemana para pagar una multa de
240 millones de euros, una sexta parte del volumen anual de negocios de la compañía.
Mientras tanto, en Munich, donde la Justicia investiga a Ferrostaal, el diario de mayor
circulación del país, el “Suddeutsche Zeitung” viene informando en detalle sobre el
escándalo que sacude el prestigio de la industria alemana por los sobornos que algunas empresas
imputaban en sus contabilidades como “gastos útiles”. Hace pocos meses el equipo de
investigación del diario anticipó el despido de Matthias Mitscherlich, presidente mundial de la
compañía. Precisamente en su edición de anteayer se refirió a un informe que la empresa auditora
Heuking preparó hace unos meses para Mitscherlich sobre todos los casos de corrupción cometidos
mientras él dirigía Ferrostaal. Mitscherlich, hijo de dos famosos psicoanalistas alemanes, quería
demostrar cooperación con los investigadores y entregó ese informe a la Fiscalía de Munich. Sin
embargo, antes de hacerlo suprimió la información más comprometida con la esperanza de que nadie se
diera cuenta.
En la misma nota, el “Sud-deutsche Zeitung” dice que Ferrostaal deberá deshacerse
de muchos negocios alrededor del mundo para poder alcanzar la imagen de transparencia total que
quieren imprimirle sus nuevos directores y hace un resumen de las investigaciones judiciales que se
llevan adelante en varios países, incluido la Argentina.
En Argentina. Pero si como hizo Siemens, Ferrostaal logra con el pago de una multimillonaria
multa cerrar en Alemania el capítulo judicial contra la empresa por corrupción, los procesos
abiertos en Portugal, Grecia, Egipto, Colombia y en nuestro país seguirán vigentes.
En la Argentina, y luego de que La Capital revelara a partir del 10 de junio pasado el
testimonio de un testigo de identidad reservada que confesó en Munich cómo Ferrostaal sobornó a
militares, funcionarios y abogados para lograr un contrato, hay tres causas penales abiertas. Las
presentaron el Ministerio de Defensa y la Oficina Anticorrupción por el presunto delito de cohecho,
tráfico de influencias y soborno trasnacional en un contrato de compra del diseño –al
astillero alemán Fassmer– del Patrullero Oceánico Multipropósito (POM), nave destinada para
la Armada para el control de la pesca ilegal en los mares argentinos, entre otras funciones.
Las presentaciones judiciales también incluyen posibles irregularidades en la compra de
motores para la Fragata Libertad. De los sospechados, un contraalmirante y un abogado civil siguen
prestando servicios en la Marina y el resto ya pasó a retiro.
La Armada pagó hasta ahora 3.230.000 euros para el programa de construcción de los barcos
patrulleros pero hasta hoy no se ha empezado a hacer ni uno solo. Chile, también parte del mismo
proyecto, ya tiene dos patrulleros navegando por sus aguas jurisdiccionales y otras dos unidades
están en camino.