Después del enfriamiento de la economía registrado durante el primer semestre de 2012 y el repunte que empezó a asomar en julio y agosto, el año que viene será de crecimiento y vendrá con una inyección extra de 14 mil millones de dólares por efecto de una cosecha que se estima será récord, la mejora de los números en Brasil y el desahogo financiero que significará para los bolsillos nacionales no tener que pagar ni Boden ni Cupones atados al PBI.
Así lo pronosticó Luciano Laspina, economista jefe del Banco Ciudad y cerebro económico de los equipos técnicos de Miguel del Sel durante el panel sobre contexto nacional del precoloquio de Idea para la Región Centro que tuvo lugar en la Bolsa local bajo el lema “Las empresas como motor del desarrollo sustentable”.
Desde una mirada de oposición a las políticas que aplica el gobierno nacional, tanto Laspina como Luis Secco (director de Perspectivas Económicas) coincidieron en que el primer semestre del año fue “recesivo”, pero que 2013 vendrá con números mejores por un mix de factores internos y externos.
“A no entusiasmarse, que será un crecimiento amarrete que no se notará tanto en los bolsillos”, advirtió Secco, quien consideró que a pesar de varios desajustes macro —como la inflación y el atraso cambiario— todavía no existe un “elemento coordinador de crisis” que desarme el modelo que propone el Ejecutivo nacional.
Mal clima. Laspina aseguró que existe un nuevo escenario para la economía desde octubre pasado, con cambios de reglas estructurales que llevaron a un empeoramiento del clima de negocios.
A la hora de trazar un panorama sobre los primeros seis meses de este año, enumeró: “se agrandó la brecha entre el dolar oficial y el paralelo, hubo una caída de 19% interanual de la inversión; se redujo en 46% interanual la compra de equipos; cayó un 7% la construcción; hubo un recorte de 18% de la cosecha; el superávit cayó a la mitad; la recaudación se derrumbó en términos reales; y hubo menos depósitos en dólares”.
Todo eso derivó en una retracción del PBI de 4,5% “lo que significa recesión”, a lo cual además hay que agregarle una tasa de inflación interanual aumentada en uno o dos puntos.
Entre las causas principales que explican esos números, el funcionario del gobierno porteño mencionó una política económica “demasiado expansiva” acompañada con un mantenimiento del tipo de cambio “a pesar de las expectativas devaluacionistas”.
A eso hay que agregarle la fuerte fuga de capitales registrada a finales del año pasado, el congelamiento de tarifas, el aumento de los subsidios y una erosión del superávit fiscal “cubierto vía financiamiento del Banco Central”.
“El gobierno de Cristina se quedó sin pesos y sin dólares, y ante esto dispuso una reforma de la carta orgánica del Banco Central, el cepo cambiario, las trabas a la importación, y la expropiación de YPF”, afirmó, para aclarar después que si bien en julio mejoró la economía y hubo un rebote importante de la actividad industrial “el consumo sufrió un golpe y empeoró la confianza del consumidor”.
Frente a este escenario del pasado reciente, contrastan las predicciones de Laspina para 2013, quien aseguró que bajo un efecto combinado de cosecha, Brasil y elementos financieros la economía nacional recibirá un “shock positivo” de cerca de 14 mil millones de dólares que se traducirán en una suba del producto de al menos 3%.
“Por las lluvias del invierno se espera una cosecha un 38% superior para el año que viene, lo que son unos 6 u 8 mil millones más de dólares, también mejoraron los números de Brasil y además no habrá pagos de Boden ni de Cupón PBI, por lo que en total estimo unos 14 mil millones de dólares más que este año, lo que significa unos 3 puntos de PBI, será un shock positivo”, dijo.
Pero este “crecimiento inexorable”, como lo calificó, se encontrará con un nuevo contexto político de “mayor hostilidad” hacia el clima de inversión.
Crisis para todos. ¿Existe un escenario propicio para una nueva crisis económica en Argentina? Según Luis Secco, las crisis están insertas “en el ADN del país”, ya que durante el último siglo y medio hubo 27 grandes desbarranques.
“Todos estamos como esperando un desenlace que no llega”, anticipó, para aclarar que para que haya una crisis macro hacen falta al menos tres detonantes: problemas macro (fiscales, inflación, atraso cambiario), un shock externo o climático, o debilidad del poder presidencial.
Al día de hoy, y a pesar de varios desajustes, no existe un “coordinador de expectativas” que provoque el estallido de una crisis, a lo que se suma que la presidencia sigue siendo fuerte.
Entre los factores que acercan al país a una crisis, Secco mencionó un contexto de recesión con inflación; una creciente debilidad fiscal, y repetidos errores en la política económica.
Según estimó, desde octubre del año pasado hasta mediados de 2012 la economía cayó un 3,5%, aunque esa retracción se empezó a amesetar durante julio y agosto, cuando se registró un repunte de la actividad industrial.
De igual manera, la recesión del primer semestre del año “fue leve” comparada con la de 2001/02, o la de 2008/2009, lo que provocará que la recuperación “también será tranqui”.
En la columna roja, Secco señaló la elevada y persistente inflación; la restricción de divisas; la creciente debilidad fiscal; el aumento del gasto público; una política monetaria pro-inflación y una serie de errores de política económica como la brecha entre el tipo de cambio oficial y la cotización del dolar paralelo.
Lejos del estallido. Pero a pesar de estos factores negativos, existen otros elementos que alejan la posibilidad de un enfriamiento más fuerte de la actividad económica nacional.
El primero tiene que ver con las tasas de crecimiento que siguen registrando los países emergentes. A ese dato hay que agregarle la recuperación que viene mostrando Brasil, y el crecimiento estimado de China para 2012, que llega al 8,5%.
En ese escenario global descollan las cotizaciones de las commodities, que cada día parecen encontrar un nuevo techo. Además, las lluvias registradas en el área núcleo en agosto elevaron las expectativas de la próxima campaña nacional, lo que se va a traducir en mayores ingresos por exportaciones.
Secco destacó también el nivel de reservas del Banco Central y el bajo nivel de endeudamiento tanto público como privado. Pero sobre todo, explicó que existen dos grandes colchones anti crisis: una red de contención social vía “cheques estatales” que cubre las necesidades de alrededor de 20 millones de personas, y un poder presidencial fuerte con poder de decisión propio.