La dura carta de un hijo de desaparecidos

La que más impacto causó entre las críticas a Cabandié fue la carta que le escribió un nieto recuperado. "He observado con una enorme tristeza tu lamentable conducta. No sos la única persona cuyos padres han sido secuestrados y torturados y luego asesinados, no sos el único que nació en circunstancias inhumanas, no sos el único cuya identidad ha sido robada vilmente, no sos la única víctima de ese crimen de lesa humanidad que deja huellas indelebles e imborrables que se llama apropiación, y me afecta en lo personal el hecho de que el común de la gente crea por casualidad que todos nosotros nos manejamos de la misma forma por la vida", le reprochó Matías Reggiardo Tolossa.

"La verdadera razón por la que te escribo —le dice luego— es porque afirmas algunas cosas que me afectan hasta la violencia moral, porque también soy nieto restituido y porque veo todos los días a la gente cara a cara con la frente en alto y no quiero que nada de lo que se ve en ese video afecte mi imagen personal, porque gracias a Dios tenemos valores bastante diferentes".

La carta continúa en ese tono hasta el final, donde lo interpela: "Acordate muy bien de donde venimos, no te lo olvides nunca, no olvides que la mentira es lo peor que nos han hecho".

Reggiardo Tolossa vive en Rosario. Consultado por LaCapital, dijo que conoce a Cabandié. "Nuestros apropiadores eran amigos y frecuenté a Juan desde los 3 a los 12 años", cuenta, y reconoce que su indignación de debe a que "uno siente que él (Cabandié, por ser hijo de desaparecidos) se considera parte de un grupo selecto destinado a dirigir los destinos del país", y que lo deja claro en la frase "acá es donde tengo que estar". "Si estás ahí es porque la gente te votó", corrige.

Considera que con el arrepentimiento de Cabandié "en algún lugar logré mi objetivo", que era que "se reincorpore a la chica que se dé cuenta que estuvo mal" . También dice haberse "sorprendido por el incidente".

Reggiardo Tolosa afirma: "No me molesta que (hijos de desaparecidos) militen en el gobierno, pero sí que lo hagan desde un lugar de querer darle cierta épica y cierta mística. No están apoyando a un gobierno por la legitimidad que le dio el voto popular sino que creen que esa legitimidad viene por el hecho de que vinieron a cumplir el plan que tenían los desaparecidos para el país. Esa parte del discurso es la que más me inquieta —sigue—, porque busca darle una legitimidad extra a la que es la legitimidad normal de todo gobierno. Entonces, puesto en ese razonamiento, cualquiera que se oponga al gobierno está en contra de los desaparecidos, o quiere volver a la dictadura. Esa suerte de maniqueísmo es lo que más me molesta", concluye.