Los números impactan para cualquier ciudadano de a pie. En una institución, tal vez no parezcan importantes o de mayor cuidado. En todo caso, cuando de deudas de un club de fútbol se habla, siempre las interpretaciones pueden ser muchas. En Newell's, los dirigentes salieron a hablar de la suya sin minimizar su importancia pero proyectándola con optimismo para poder afrontarla. El tesorero Jorge Riccobelli y el secretario Pablo Morosano, las caras más visibles de la comisión leprosa detrás del presidente Guillermo Lorente, explicaron entonces que esta gestión que va a alcanzar los cuatro años, se endeudó en alrededor de 35 millones de pesos pero pagaron igual número de acreencias anteriores. Por lo que, sostienen, están equilibrados y si hubieran podido vender en los dos últimos mercados de pases hubieran acumulado ganancias. Dicen, además, haber revalorizado los activos, algo para lo cual también argumentaron.
"Estamos tranquilos porque podemos mostrar en qué está la deuda y por qué el activo incrementado es mucho más que la deuda generada, como lo reflejaron los balances superavitarios", expresó Riccobelli. "Pasamos de tener un ochenta por ciento del plantel que no era del club a la actualidad donde casi todos son jugadores nuestros. Veníamos con una infraestructura en inferiores nula y desmantelada. Nadie duda de lo distinto que está Bella Vista y que para nosotros es la generación del futuro pago de la deuda. El incremento más importante de capital es a través de inferiores y esa es la base para pagar la deuda y el futuro de Newell's".
"E invertimos para eso", acotó Morosano. "Nos cuesta 1 millón 700 mil pesos anuales mantener la escuela, pero juega un rol clave en este proyecto". Y dio otro ejemplo: "Si nos guiábamos por la deuda que heredamos y entró en el fideicomiso, no hubiéramos podido traer ningún refuerzo nunca. Se presentaron deudas por 188 millones y el juez dijo que se debía cerca de 80 millones, pero si no nos reforzábamos, ¿cómo hacíamos para revalorizar lo que teníamos?"
Y explicó más: "Pagamos cerca de 35 millones de pesos de la gestión anterior, que por diversas razones escaparon al marco del fideicomiso, aunque fueron autorizados judicialmente".
"Por ejemplo, a la Afip le pagamos metiéndonos en moratoria porque nos convenía. Le debemos 20 millones y cancelamos 26 cuotas de 200.000 cada una", señaló Riccobelli. "Apenas asumimos apareció el tema del nuevo contrato de televisación, pero había que limpiar la deuda de jugadores a través de Agremiados. En ese entonces se les debía 5 meses y medio de sueldo, que fueron 16 millones de pesos. Y hubo plata que fue para el concurso anterior, el pase de Insaurralde y algunos juicios laborales como el de Gastón Machín, que además dejó acreencias en el fideicomiso".
"Por eso al principio de nuestra gestión se trajeron todos jugadores a préstamo y con el menor costo posible", expresó Morosano.
Riccobelli insistió entonces con que "para explicar la deuda hay que contextualizar todo. Venimos de dos libros de pases sin vender y cumplimos obligaciones que no generamos. La deuda pos fideicomiso que sí generamos es de 35 millones de pesos, pero pagamos casi la misma cantidad. Entonces, en nuestro período Newell's está equilibrado totalmente", acotó el tesorero leproso, quién decoró: "Eso desde el punto de vista sólo de la deuda, pero hay que fijarse cómo está el estadio, las inferiores, la escuela, Malvinas y la actividad social recuperada para evaluar todo".
—Hace dos mercados que no venden, pero hubo una política futbolística de incorporaciones anterior que no fue buena y se generó deuda. La justificación del bono de 50 pesos del domingo (ante San Lorenzo) fue que se trajeron jugadores, y antes el técnico, que quería la gente, pero no se hizo antes. Hubo oportunismo.
—Pero es un oportunismo lógico. Lo importante cuando uno se equivoca es corregirlo. Erramos antes con algunos jugadores y lo acepto, pero corregimos eso y ahora trajimos futbolistas de enorme jerarquía. Y ni siquiera fue por una cuestión electoralista, sino que partió de la necesidad de enmendar eso y mirando el promedio. (Riccobelli)
—Por eso ese riesgo del promedio de Newell's se generó en esta gestión.
—Obvio que reconozco que el año pasado fue un desastre, lo peor en mucho tiempo. Pero también hay que reconocer que la campaña de 69 puntos de Sensini fue en nuestro período, que los 32 puntos de Martino también y si Dios quiere, en este torneo lo mismo. Me hago cargo de errores, pero también hay que admitir los aciertos. (Riccobelli)
—Ojo. Si en 2009 cuando asumimos, no traíamos la cantidad de jugadores que vinieron a préstamo, el promedio también nos iba a acosar y se esfumaba rápido el buen semestre de Gamboa (Apertura 2008). Y respecto al bono, debo decir que lo resolvimos el lunes anterior a la mañana. Hasta el viernes pasado había alguna expectativa de venta, pero no se dio y recurrimos a algo que siempre se quiere evitar. Pero había fundamentos también. Con todo lo que se hizo, no hay que olvidarse de que la cuota en Newell's es una de las más bajas del fútbol argentino (70 pesos el socio estadio, que son el 60 por ciento, y 90 el pleno). Nunca tratamos de apretarle el bolsillo al socio. ¿Por qué no hicimos el bono antes? Porque pensamos realmente en que íbamos a vender y no lo hicimos. Y eso que en todos lados avisábamos que necesitábamos vender. (Morosano)
—¿El bono fue porque hay ahogo financiero o para pagar lo viejo?
—La idea del bono no fue juntar plata para pagar lo corriente, sino afectarlo al pago de la deuda. De hecho, quedó en un nuevo depósito judicial. Acepto que el bono no es "la" solución, pero puedo asegurarte que la gente en la calle en su momento nos decía: "¿Cuánto hay que poner para traer a Martino, a Maxi o a Scocco?". Entonces, si hay gente dispuesta y que sabe el destino de su plata, ¿por qué no recurrir a ella? (Riccobelli)
—¿La repercusión cómo fue?
—Al principio de cierta resistencia, como cuando te aumentan el boleto, y quizás nos equivocamos en no explicar bien los motivos del bono. Pero luego fue muy buena. Es más, jamás esperábamos una recaudación de un millón de pesos. Fue espectacular. (Morosano)
—Pagaron 20 mil personas entonces pero el estadio estaba lleno.
—Sí, pero hay que tener en cuenta que los menores de 14 no pagaron, que había tres mil de San Lorenzo y que quizás varios entraron sin pagar, como pasa siempre, además de los chicos del programa solidario, de protocolo o sponsor. Pero repito, si había 35 mil personas en la cancha, que veinte mil pusieran los 50 pesos, fue increíble. Excluyendo esas excepciones, casi el 80 por ciento debe haber pagado. (Riccobelli)
—Quiero remarcar que el reordenamiento de la platea de la visera no sólo nos generó un ingreso de 2 millones y medio de pesos brindándoles más comodidades a los socios, sino que evitó que haya colados. Y al principio también nos cuestionaban. (Morosano)
—Volviendo a la deuda y para que se entienda. Dicen que pagaron 35 millones y generaron una deuda similar. Entonces, ¿sin la deuda anterior, el club estaría saneado?
— Absolutamente. Si no pagábamos lo anterior y hubiéramos tenido ventas en estos dos últimos mercados, sería un club con ganancias. (Riccobelli)
—De acá a fin de año, ¿cómo hace Newell's para afrontar sus gastos?
—Con el plantel estamos un mes atrasados. Si no vendemos, la posibilidad de estar al día con todo es utópica. Pero sí necesitamos seguir generando cosas. Tenemos muy buena predisposición de los acreedores nuevos a esperar por una futura venta. Estamos atrás de nuevos sponsors y es un buen momento para eso, además de corregir los viejos contratos. En el rubro, tenemos un 40 por ciento más de ingresos este año. (Riccobelli)
—Y los que verificaron deuda deben esperar el fallo judicial para establecer el pago y el plan. No depende de nosotros. Hicimos la propuesta para empezar a pagar ahora con una quita del 40 por ciento y a nueve años, así que veremos qué pasa. Además, se está acreditando en estos días un pago de Almería por una tercera parte del pase de Hernán Bernardello, así que fondos seguimos buscando. En definitiva, pese a no haber vendido, lo cual para algunos clubes es catastrófico, la situación en Newell's está controlada. (Morosano)