Con 65 mil personas sin trabajo, el índice de desempleo del Gran Rosario volvió
al terreno de los dos dígitos en el primer trimestre del año. El 10,8 por ciento de la población
económicamente activa de la región estuvo desocupada al cabo de ese período, según la información
suministrada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Esto significa un aumento
de 2,6 puntos porcentuales respecto de un año atrás y de 3,1 puntos en relación a fines de
2009.
En números absolutos, se sumaron 17 mil personas al ejército de desocupados en
un año y 21 mil en tres meses. Lo llamativo es que en la comparación de ambos períodos, la Encuesta
Permanente de Hogares (EPH) registró 7 mil y 4 mil ocupados más, respectivamente.
La variable que habilita que crezcan simultáneamente tanto la desocupación como
la ocupación es la cantidad de personas que ingresan como oferentes al mercado laboral. Cuanto más
crece la población económicamente activa, más empleo hay que crear para absorber a los ingresantes.
Si no alcanzan, sube el desempleo.
Para el Indec, al término del primer trimestre del año se sumaron 25 mil
personas al mercado laboral, respecto del mismo período de 2008. Pero sólo se crearon 7 mil
empleos. Más pronunciado es el desfasaje si la comparación se realiza respecto de fin del año
pasado.
Los datos de desempleo confirman a primera vista la crisis que atraviesa el
mercado laboral de la región desde fines del año pasado. Pero el camino recorrido para llegar a
esos resultados es llamativo, si se analiza la serie histórica más reciente. Sobre todo cuando se
comparan los indicadores del mercado laboral de diciembre de 2008 con los de marzo de 2009. Según
el Indec, a pesar de la desaceleración económica, hubo creación de empleo en la región en esos tres
meses.
Desde 2003, la tasa de ocupación baja todos los años entre diciembre y marzo.
Esta es la segunda vez que ocurre lo contrario, junto con el período diciembre 2007-marzo 2008.
Actividad. Por otro lado, las cifras darían cuenta de un cambio de
comportamiento de la oferta laboral. Desde 2003, la tasa de actividad (el porcentaje de la
población que participa del mercado de trabajo) baja entre el último trimestre de un año y el
primero del siguiente. En este caso, ocurrió lo contrario. Creció a un ritmo importante (2 por
ciento), hasta llevarla a un récord para un primer trimestre de año (48,1 por ciento).
Quiere decir que, a diferencia de lo que ocurrió durante seis años, en diciembre
hubo menos ingresantes al mercado laboral que en marzo, cuando esta presión, y no la caída de
puestos de trabajo, habría sido la responsable del aumento del desempleo.
La suba de la subocupación, en cambio, se condice de alguna manera con el
panorama de suspensiones de la región. El número de personas que trabajan menos de 35 horas
semanales subió en 11 mil respecto de un año atrás y en 3 mil respecto de fines de 2008.