La Bolsa de Madrid registró ayer una fuerte caída del 1,17% luego de que Moody`s rebajara la calificación de la deuda española, debido a que los planes del gobierno ibérico para sanear el sistema bancario podrían serán más costosos de lo esperado.
La rebaja en la calificación dispuesta por Moody`s (de Aa1 hasta Aa2 con perspectiva negativa) también repercutió en las demás Bolsas europeas y determinó en parte el derrotero negativo que tuvo Wall Street durante la jornada, donde el Dow Jones, el Nasdaq y el Standard & Por`s cerraron con bajas cercanas al 1,8%. El Dow Jones se ubicó por debajo de los 12.000 puntos. La última vez que había caído por debajo de esta marca fue el 24 de febrero. Influyeron también la extensión del conflicto en Libia, las decepcionantes cifras de empleo en Estados Unidos difundidas ayer, el aumento del déficit comercial estadounidense y la caída de las exportaciones de China.
El mal humor internacional tuvo su correlato en la Bolsa porteña, donde el índice Merval perdió 1,49 %, mientras que entre los bonos sobresalieron las bajas del 2,50 y 1,76 por ciento en los Discount y Par en pesos.
En lo que respecta a España, los analistas coinciden en que la reducción en la calificación de la deuda soberana dispuesta por Moody`s sorprendió al mercado. Esta calificación llevó a que el riesgo país español subiera a 230 puntos, según reportó la agencia Europa Press.
Moody’s consideró que el eventual costo de reestructuración bancaria podría alcanzar los 40.000 o 50.000 millones de euros, excediendo así las actuales estimaciones del gobierno español de un máximo de 20.000 millones de euros. Esta diferencia —de concretarse— repercutiría de manera directa sobre la deuda pública ibérica.
De hecho, Moody´s cree que, en un escenario de mayor estrés, las necesidades de recapitalización podrían alcanzar incluso entre 110.000 y 120.000 millones de euros.
Con la baja de 1,17% de ayer, el Ibex 35 madrileño alcanzó los 10.435,6 puntos, el nivel más bajo desde el 17 de enero pasado. La preocupación por la recuperación económica global y la crisis en los países de la zona euro impactó en las demás bolsas del Viejo Continente: Londres retrocedió 1,55%; París 0,75%; Milán 1,59%, y Amsterdam 1,12%.
La transmisión de la caída europea al resto del mundo, incluyó, de todos modos, una multiplicidad de factores. Las inscripciones de desempleo subieron más de 4% en una semana en los Estados Unidos, cuya economía además registró un fuerte aumento del déficit comercial a enero, principalmente por la importación de petróleo. Las exportaciones de China, motor de la economía global, se sumaron a los datos negativos: cayeron por primera vez en once meses, una situación que alertó a los inversores.
Los fondos de cobertura volvieron a privilegiar al dólar como moneda de refugio, lo que derivó en fuerte ganancias para la divisa estadounidense y en la depreciación de las materias primas. El petróleo, que se mantuvo por sobre los 102 dólares el barril debido a los sangrientos combates en Libia y noticias de represión en Arabia Saudita, cedió ayer 1,68 dólar.
La caída de los commodities se trasladó a los cereales, por la fortaleza del dólar pero también por perspectivas de una menor demanda por las crisis políticas y los altos precios, y por el aumento de las existencias de trigo y maíz reportadas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. En el mercado de Chicago, no obstante, el precio de la soja logró despegarse por un aumento de las compras de consumidores finales y exceso de lluvias en Brasil. A contramano, en el mercado local el valor del poroto cayó por la proximidad de la cosecha. l





























