La costumbre de mantenerse fieles al folclore romántico

Unas dos mil localidades confirmaron el viernes en City Center que Los Nocheros mantienen intacto el nivel de convocatoria. El diseño de la puesta en escena y algunos pocos detalles salientes preparados por Reina Reech no opacaron al verdadero protagonista del espectáculo: el repertorio. Allí radica el fundamento de la vigencia del grupo.

Luego de un fragmento de la zamba "Ya no vendrás", comenzó la seducción romántica, en sintonía con la idea del nuevo disco "Zafiro". "Tenemos canciones para todos los amores, para todas las situaciones, con la complicidad de los changos", introdujo Mario Teruel, quien por tenerlo a Alvaro cerca ya no recibe piropos femeninos más allá del de "suegro".

Fieles a sí mismos, el cuarteto salteño no ha cambiado en nada el estilo, que sigue siendo eficaz, y una fuerte referencia para cientos de grupos argentinos que siguen su camino estético y que en algunos casos llegan hasta la copia.

La versión de "Alfonsina y el mar" significó el punto más alto en el desempeño vocal y musical: el pulso marcado por la guitarra de Mario remitió a lo mejor de los orígenes, el arreglo de voces fue brillante y Rubén Ehizaguirre fue ovacionado como divo de ópera.

Algunas canciones del nuevo disco, las más cercanas al pop, respetan la idea principal sin demasiadas ambiciones líricas, como "De tu corazón al mío". En "Contigo, no sin ti", Reina Reech aportó a la intención de ofrecer algo novedoso, y fue a partir de la participación de Martina Bakst, la bailarina rosarina que descolló con su performance en acrobacia aérea con telas.

Tras surfear por varios géneros, la fiesta cerró con el huayno "Te vas" y con "Vuela una lágrima". "Lo nuestro es folclore. Si bien somos un grupo que nos gusta cantar otras cosas también, somos de ese palo", sentenció Mario Teruel a este diario luego del concierto.