Los acuerdos parlamentarios que tejió en las últimas semana la alianza Cambiemos arrojaron ayer un resultado concreto: un primer dictamen favorable con la aprobación de seis decretos de necesidad y urgencia (DNU) que apuró Mauricio Macri en pleno verano sorteó la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo (revisa los DNU presidenciales). Entre ellos, los más conflictivos: el 13/16, que modifica la ley de ministerios, el 211/16, que cambia la ley de presupuesto aprobada el año pasado, y el 256 /16, modificando la ley de Inteligencia.
Sobre 16 miembros, el oficialismo obtuvo 8 firmas, contando las dos de los representantes del Frente Renovador y del Bloque Peronismo Federal. El FpV, con ocho miembros en la comisión, rechazó cinco de los seis DNU, que ahora serán tratados en el recinto con el aval del dictamen de una ajustada mayoría.
Por lo demás, un acuerdo político previo entre todos los bloques permitió destrabar la conformación de la comisión, y la elección de sus autoridades: durante 2016, su presidente será el diputado oficialista Luis Naidenoff, mientras que la vicepresidencia le tocará al santafesino del FpV Marcos Cleri. En 2017 esos cargos se invertirán.
Para el próximo martes a las 11 hs quedó planteado el tratamiento, también en comisión, de otros cinco DNU que libró el Ejecutivo nacional desde que asumió. Allí figura el muy discutido tema de la creación de un Ente Nacional de las Comunicaciones (Enacom), que echa por tierra al Afsca y la Afstic —organismos hijos de la ley de medios audiovisuales—, y la derogación del decreto firmado por la ex presidenta Cristina Fernández que le devolvía el 15 por ciento de la coparticipación que las provincias ceden ante el Ansés.
El apoyo que consiguió Cambiemos ayer de los bloques minoritarios —y que forzó la firma del dictamen de mayoría por contar con la presidencia de la comisión—, no está totalmente garantizado para los DNU pendientes de tratamiento. El oficialismo deberá profundizar la negociación para conseguir esos dos votos vitales.
Pablo Tonelli, por el PRO, defendió la validez de los DNU con el planteo que "son iguales a una ley". Para Tonelli, "el presidente ejerce la función legislativa a través de los decretos, como lo habilita la Constitución".
El criterio fue largamente refutado por los miembros del FpV, e incluso por el diputado Joaquín Pérez (Frente Renovador), que fundamentó por qué los DNU "no son iguales a las leyes". Pérez consideró que los DNU "lesionan a las instituciones", pero de todos modos firmó el dictamen con Cambiemos "porque queremos acompañar en esta primera etapa del gobierno".
Por su parte, el diputado Marcos Cleri —electo vicepresidente de la bicameral—, opinó ante LaCapital que "aquellos diputados que quieren aportar a la gobernabilidad dándole validez a DNU que son inválidos, que violentan la voluntad popular, terminan haciendo todo lo contrario. Ponen en riesgo la gobernabilidad".