Antes de que Etel y Sofía consiguieran clasificar a Londres, otras dos rosarinas habían estado muy cerca de llegar a unos Juegos Olímpicos: Paola Capucci y Julieta Yelín, en el 2000.
Antes de que Etel y Sofía consiguieran clasificar a Londres, otras dos rosarinas habían estado muy cerca de llegar a unos Juegos Olímpicos: Paola Capucci y Julieta Yelín, en el 2000.
Por eso, las hermanas que son entrenadas por Mónica López no se olvidan de quienes las precedieron en esta búsqueda: "Con Pao (Capucci) somos amigas. Ella está muy cerca de nosotras todos los días. Este es un sueño compartido, siento que ella está cumpliendo un sueño con nosotras", relató Etel, que encontró algunas razones en esa ausencia, más allá de lo deportivo: "Lamentablemente no pudo llegar, sobre todo porque no había tanto apoyo y el deporte no era tan conocido. Entonces ella lo vive con nosotras y eso nos encanta porque es alguien que queremos mucho".
Etel y Sofía tienen 22 años y sostienen que entre los 24 y 27 las atletas de nado sincronizado pueden alcanzar la plenitud en el agua. Por eso, si bien Londres será un desafío tremendo, también piensan en lo que viene: "Recién nos estamos familiarizando con el tema de la natación internacional y la alta competencia. Esperamos que nuestro punto máximo llegue en los Juegos de Río de Janeiro 2016, porque además ahí vamos a dejar", explicó Sofía. Una frase que su hermana contrarrestó de inmediato: "No sabemos si vamos a dejar".
Etel y Sofía son trillizas junto a Tomás y tienen otro hermano, Matías. Sin embargo, ni ellos ni sus papás Edgardo y Analía las acompañarán en Londres por varios motivos, entre ellos, porque tenían garantizado que pudieran conseguir las entradas para ingresar al Aquatics Centre del Parque Olímpico. Así mismo comparten la felicidad: "Ellos nos vieron caernos y levantarnos, volver a caernos y perseverar. Vivieron en nuestra casa todo este proceso".
Por Eugenia Langone