La actividad económica creció 4 por ciento en marzo y acentuó la desaceleración que viene insinuando desde principios de año, según datos que informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Respecto de febrero, la actividad general mostró una variación de 0,5 por ciento.
Con estos resultados, el PBI cerró el primer trimestre con una expansión de 4,8 por ciento, muy por debajo del avance de 9,9 por ciento que se había registrado en el primer trimestre de 2011.
Los datos corresponden al Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) que el Indec difunde todos los meses a modo de adelanto de la evolución del PBI que se divulga en forma trimestral.
El crecimiento de 4 de marzo es el menor desde diciembre de 2009 (4,9 por ciento). A su vez, se ubicó un escalón por debajo de las subas interanuales de 5,5 por ciento en enero y 5,3 por ciento en febrero.
La desaceleración en el ritmo de la actividad económica se venía reflejando en los informes sectoriales revelados por el Indec, dado que casi todos ellos mostraron frenos respecto de un año atrás.
La industria tuvo un leve avance de 1,8 por ciento, comportamiento que estuvo influenciado por una caída de 5,1 por ciento en la fabricación de automóviles. Asimismo, hubo disminuciones de 3,7 por ciento en la refinación de petróleo y de 2 por ciento en la industria textil.
En los supermercados, las ventas por unidades sufrieron una desaceleración de 7 puntos básicos, al pasar de un incremento interanual de 18,1 por ciento en marzo de 2011 (respecto de marzo de 2010) a 11,2 por ciento en marzo de 2012 (versus marzo de 2011).
Por las restricciones a las importaciones también hubo una merma en el comercio internacional. Las compras al exterior cayeron 8 por ciento, mientras que las exportaciones crecieron apenas 2 por ciento cuando en marzo del año pasado habían progresado 35 por ciento.
A diferencia de lo ocurrido en shoppings y supermercados, el consumo de servicios públicos se mantuvo en niveles de crecimiento del orden del 9 por ciento.