Por primera vez, un referente de primera línea del oficialismo confirmó que Néstor
Kirchner será candidato a presidente de la Nación en 2011. La revelación la hizo el presidente de
la bancada K en Diputados, Agustín Rossi, quien también descartó que el PJ marche unido a los
comicios en Rosario y en la provincia si el justicialismo disidente juega por afuera en las
primarias.
"El PJ de Santa Fe será parte del nacional. El candidato para
las primarias, no tengo dudas, será Kirchner, y tampoco tengo dudas de que va a ganar", fueron las
palabras de Rossi, quien clausuró las especulaciones respecto de quién encabezará la fórmula de la
escudería oficial. Scioli puede esperar.
Más allá del rebote nacional que tendrán sus palabras, el
Chivo marcó la cancha en Santa Fe justo cuando muchos peronistas piensan que la única manera de
derrotar al Frente Progresista es con un PJ sin grietas que impida abrir el abanico, léase la fuga
de votos.
Al kirchnerismo poco le importa en estos momentos el resultado
en Santa Fe y Rosario, atento como está a darle plafón electoral al indudable veranito
oficialista.
El 2011 será pura y exclusivamente dominado por la política:
en julio están programadas las primarias a gobernador e intendente; en agosto las internas abiertas
a presidente de la Nación; en septiembre los comicios generales en la provincia y en la ciudad y,
finalmente, en octubre las elecciones de primera vuelta para designar presidente y vice .
En el oficialismo K rechazan que el justicialismo vaya
separado en julio y octubre y unido en las fechas con elecciones en Santa Fe. "No nos importa que
esto favorezca a los radicales y socialistas, salvo que los disidentes compitan por adentro con
Kirchner, quien será nuestro candidato a presidente", lanzó como señal Rossi en declaraciones a un
programa político de Cablehogar.
Desde el reutemismo no hay por ahora posicionamientos
concretos de nada ni de nadie esperando una definición ad litteram (al pie de la letra) de Carlos
Reutemann. "Es difícil hacer política con el Lole, no sabemos qué carajo decir", fue la respuesta,
ayer, de un diputado provincial que coincidió con lo escrito el domingo respecto de las similitudes
entre las actitudes de los reutemistas con el cuento de Roberto Fontanarrosa, "La observación de
los pájaros", donde el protagonista quería adivinar el resultado de un Central-Newell’s por
las señales del cielo.
Tal vez haya alguna data antes del inicio del Mundial,
episodio que mandará al freezer el cotillón político. Nadie lo va a extrañar, si es que todo se
reduce a esta guerrita de palabras entre opositores y oficialistas, destinado sólo a erotizar a
quienes descargan adrenalina al leer sus declaraciones en los diarios.
El panorama peronista en la provincia queda configurado
entonces por Ricardo Spinozzi, Jorge Obeid y Juan Carlos Mercier desde el lado reutemista, Rossi
desde el firmamento K y Norberto Nicotra intentando meter la cuña desde el duhaldismo. Omar Perotti
—aún no alineado y actualmente en el exterior— volverá a caminar la provincia sin
descartar tampoco una candidatura.
Sin embargo, el mojón que dejó asentado Rossi abriendo una
puerta concreta a la dispersión del voto opositor, le permite al Frente Progresista en Santa Fe
abrigar nuevas expectativas, en medio de un proceso que necesariamente necesitará de un acuerdo con
los senadores del PJ para zafar de una realidad que viene con copyright del ministro de Gobierno,
Antonio Bonfatti: "Hasta agosto aguantamos. La ley con el fondo salarial no nos dio recursos
genuinos más allá del plan de regularización tributaria que nos permitirá juntar de 80 a 100
millones de pesos". Claro como el agua.
El socialismo no quiere rendirse ante un cuadro de situación
que, poco a poco, muestra con más entidad la candidatura a gobernador del intendente de la capital,
Mario Barletta, quien anoche reunió a los intendentes ucerreístas en la primera señal concreta de
agrupar a la tropa.
Pero el virus de la dispersión que amenaza al PJ también se
puede extender al Frente Progresista si es que no pueden consensuar una fórmula. De ir a internas
con candidatos propios, luego no podrán cruzar las fórmulas en la general. En este marco, el
diputado provincial Raúl Lamberto fue el primer dirigente de peso del PS que señaló que lo mejor
era tener un postulante socialista para que la oferta electoral llegue con más entidad a los
ciudadanos independientes, históricamente claves para inclinar la balanza.
La semana, al fin y al cabo, se inició con la más contundente
definición respecto al futuro en boca de Agustín Rossi. La candidatura presidencial de Kirchner se
articula en la provincia con la imposibilidad de una gran interna justicialista destinada a ponerle
fin en las urnas a los casi 20 años de gobierno socialista en Rosario.