Trípoli.- Las fuerzas leales al líder libio, Muammar Kaddafi, continuaron ayer con sus ataques a los rebeldes en varias ciudades del oeste del país, dejando decenas de muertos, pese a la operación militar internacional contra objetivos libios. Mientras tanto, los mandatarios de EEUU, Francia y Gran Bretaña acordaron dar un papel clave a la Otán en la intervención, aunque, por ahora, la organización sólo pondrá en marcha un despliegue coordinado de unidades navales ante las costas de Libia para hacer respetar el embargo internacional de armas con destino al país norafricano.
En los últimos combates del martes, las fuerzas de Kaddafi utilizaron tanques para atacar la ciudad de Misurata, en manos de los rebeldes, y entre las víctimas había cuatro niños que murieron cuando el auto en el que viajaban recibió un impacto, dijeron vecinos de la localidad a la agencia Reuters. El balance de muertos había alcanzado el lunes los 40, aseguraron.
Las tropas de Kaddafi también estaban intentando hacerse con la ciudad de Zintan, cerca de la frontera tunecina, en un ataque en el que utilizaron artillería pesada. Los habitantes ya habían huido del centro de la ciudad para protegerse en las montañas. Un residente dijo que ayer murieron al menos 10 personas.
Incertidumbre. Analistas de seguridad no están seguros de qué pasaría si el líder libio resistiera, sobre todo debido a que las potencias occidentales han dejado en claro que no estarían dispuestas a aceptar una partición de Libia entre un este controlado por los rebeldes y un oeste en manos de Kaddafi.
Los rebeldes en el este estaban estancados justo fuera de Ajbadiya y no lograron ningún avance sobre la estratégica localidad, a pesar de que Occidente cumplió con su tercera noche consecutiva de ataques aéreos en Libia. Cuando fue consultado acerca de por qué las unidades rebeldes no habían avanzado hacia su objetivo, que es la captura de Trípoli, Ahmed al-Aroufi, un combatiente insurgente, respondió: "Kaddafi tiene tanques y camiones con misiles".
En tanto, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, afirmó ayer que el gobierno liderado por Kaddafi anunció nuevamente un alto el fuego. Sin embargo el anuncio es poco creíble, ya que Libia ya violó dos alto el fuego previamente.
Por otro lado, un F-15 de la fuerza aérea de EEUU se estrelló en Libia durante la noche del lunes y sus dos tripulantes fueron rescatados con pequeñas lesiones tras salir eyectados del caza, dijo el ejército estadounidense. Su caída se debió previsiblemente a una falla mecánica y no a fuego hostil, se afirmó.
Esperando la transición. Washington, preocupado por quedar atrapado en otra guerra después de las largas campañas en Irak y Afganistán, ha descartado una acción específica para derrocar a Kaddafi, aunque Francia dijo el lunes que esperaba que el gobierno libio cayera desde dentro.
"Prevemos que esta transición tendrá lugar en cuestión de días y no en cuestión de semanas", dijo el presidente Barack Obama el lunes, mientras se enfrentaba en su país a interrogantes sobre la posibilidad de que el ejército estadounidense se embarque en un conflicto en un tercer país musulmán.
Obama no dijo qué país u organización asumiría el papel principal en la campaña, pero el Reino Unido y Francia lideraron los llamados en favor de una intervención internacional, que ya han sido lo suficientemente amplios como para haber destruido buena parte de las defensas aéreas de Libia.
Iniciativa de Francia. En ese sentido, Francia pidió ayer la creación de un gremio político a nivel de ministros de Exteriores que coordine los ataques aéreos en Libia. La propuesta francesa tuvo lugar mientras los mismos presidentes Barack Obama, Nicolas Sarkozy y el premier británico David Cameron han tomado las negociaciones en sus manos y han acordado dar un papel clave a la Organización del Atlántico Norte (Otán) en la intervención.
El Elíseo emitió un comunicado en el que confirma que el mandatario francés ha mostrado su acuerdo a Obama de usar la estructura de mando de la organización para coordinar las operaciones en Libia. Lo que no trascendió es cómo será esa coordinación. Es por eso que el ministro del Exterior, Alain Juppé, propuso crear una suerte de gremio político."Desde el liderazgo político y bajo la responsabilidad del Ministerio de Defensa (francés), vamos a utilizar las capacidades de planificación e intervención de la Otán. Las cosas, desde este punto de vista, van a ser más claras", aseguró Juppé.
Acción limitada. No obstante, más de un mes después de que se iniciara la sangrienta represión a los rebeldes libios, la Otán sigue titubeando. Recién ayer acordó entrar en el conflicto, aunque asumiendo un papel en principio secundario. Los embajadores de los 28 socios de la organización decidieron activar un plan que prevé una acción limitada y relativamente modesta en recursos para establecer un despliegue coordinado de unidades navales ante las costas de Libia.
La pequeña flota pretende garantizar que se respete el embargo internacional de armas, amparado en la resolución 1.970 de Naciones Unidas, con destino al país norafricano.
Alemania se retira. Horas después de que se conociera esta decisión, el gobierno alemán retiró a todas sus fuerzas de las operaciones de la Otán en el Mediterráneo, según informó un portavoz del Ministerio de Defensa germano. Desde un principio el gobierno de la canciller Angela Merkel se mostró contrario a una intervención militar en Libia.
Dos fragatas y dos barcos, con un total de 550 soldados alemanes, serán puestos nuevamente bajo conducción nacional. Los 60 a 70 soldados alemanes que hasta ahora desempeñaban una misión de reconocimiento con aviones Awacs en la región del Mediterráneo también serán retirados.
Analistas opinaron que la actitud prudente de la Otán podría estar relacionada con la mala imagen que el mundo árabe tiene de esta organización, nacida en 1949. Es por esto que Francia no quiere que la alianza militar quede completamente al mando de la intervención en Libia.
En cambio, otras naciones como el Reino Unido, EEUU e Italia desean confiar a la organización la gestión de la intervención militar.
El presidente de Yemen se irá en 2012
Acorralado por la oposición, el presidente de Yemen, Alí Abdullah Saleh, ofreció ayer su salida del cargo antes de lo previsto, al tiempo que exigió a los desertores del ejército que reconsideren su decisión y advirtió de una guerra civil y de un posible golpe de Estado tras sus 32 años de mandato. Un asesor del presidente aseguró que Saleh estaría ahora dispuesto a adelantar los comicios presidenciales previstos para 2013 a comienzos de 2012 y a no presentarse como candidato. La oposición, sin embargo, exige su dimisión inmediata, así como la dimisión de varios familiares de Saleh que ocupan posiciones clave en los círculos de las fuerzas de seguridad del país.