Aprovechando al máximo su potencial, con rigurosidad, concentración y un altísimo poder de definición, Jockey Club vapuleó a Logaritmo por 37-8 en el marco de la cuarta fecha del Torneo Regional del Litoral, certamen donde este año está en juego la copa 90º Aniversario del club Universitario de Rosario.
Durante los ochenta minutos el conjunto verdiblanco tuvo el control del partido, pero fue recién en el complemento cuando logró plasmar su supremacía y se impuso en todas sus líneas, maniatando a un rival que además de cometer muchos errores tampoco tuvo algo de suerte para hacer más decoroso el marcador.
Desde el pitazo inicial de Tempesta, el equipo de Fisherton empezó a hacer estragos en la última línea del bordó, sobre todo cuando entraban en juego los backs, quienes por momentos dieron una cátedra de cómo se debe correr, pasar y marcar.
Dan Isaack abrió la cuenta a los 6’ tras una buena acción de los tres cuartos visitantes. Aún así, hasta ese momento, las acciones eran bastante parejas. Loga pudo haber descontado con un penal de Hernández pero su envío salió apenas desviado. El local tuvo un par de chances de marcar, pero no estuvo fino en los metros finales y dilapidó la mayoría de sus opciones por errores pero fundamentalmente por falta de decisión.
Jockey, en tanto, aprovechó al máximo las que tuvo y pasada la media hora volvió a herir. El try de Lisandro Zeno empezaba a marcar la tendencia del partido, algo que se confirmó en el complemento.
En el arranque del segundo tiempo, el equipo de Ibarlucea sufrió dos verdaderos mazazos en apenas cinco minutos, los que dieron por tierra cualquier intento de recuperación. Juan Martín Baetti, que había ingresado por Amelong, se hizo un festín en una de las puntas y apoyó dos veces, elevando la cifra a un inalcanzable 30-3.
El desconcierto se había apoderado de los matemáticos, que hicieron agua en defensa y las pocas veces que pudieron atacar, demoraron demasiado dándole a su rival la oportunidad de recomponerse rápidamente. Muchos knock on, problemas en los pases, daban cuenta de que a Loga no le iba a salir ninguna. Para colmo, la mayoría de los ataques fueron con poco apoyo por lo que irremediablemente perdían la pelota y se exponían al rigor de su rival. Y si el panorama era oscuro lo fue aún más tras la expulsión de Pablo Córdoba, que dejó a Loga con catorce.
Con un hombre de más, Jockey no tuvo problemas para liquidar el pleito. Tomás Baravalle estiró la cuenta, que tras la conversión de Gonzalo Crespi selló el marcador en 37 puntos.
No obstante, la última palabra la tuvo el Bordó. Con más vergüenza que juego, alcanzó el try del honor con Benjamín Núñez pero el partido hacía rato que estaba definido.