"Jairo canta 40 años" es el nuevo show que el vocalista cordobés presentará esta noche a las 21.30 en el Auditorio Fundación Astengo( Mitre 754).
"Jairo canta 40 años" es el nuevo show que el vocalista cordobés presentará esta noche a las 21.30 en el Auditorio Fundación Astengo( Mitre 754).
El artista, oriundo de Cruz del Eje, ofrecerá una selección de temas de su extenso repertorio que incluye poesías de autores como Jorge Luis Borges, María Elena Walsh, Paul Eluard y Daniel Salzano, entre otros.
Apenas despuntaba la década del 70 Jairo partió, silenciosamente, con rumbo a España, donde fue recibido por Luis Aguilé, que fue el editor de su primer disco. Rápidamente, el por entonces Mario González pasó de deslumbrado a deslumbrador y se convirtió en Jairo. Tras un auspicioso debut llegaría la impensada conquista de París ante la incredulidad del sello que editaba sus discos.
La admiración que sentía por Charles Trenet y Jacques Brel indicaba que, además de ser un cantor de excepción, Jairo sabía escuchar muy bien. La carrera en Europa fue el sueño del pibe hecho realidad. El cordobés se codeó con Alberto Cortéz, Patxi Andion, María Elena Walsh primero y después lo haría con Charles Trenet, Gilbert Becaud, Charles Aznavour, Nana Moskouri, Astor Piazzolla, Horacio Ferrer y Atahualpa Yupanqui. Musicalizó a Jorge Luis Borges y Paul Eluard, y tocó el cielo con las manos. Sin embargo, con Europa rendida sus pies, volvió a la Argentina en los 80 a buscar algo más. "No me cuestiono nunca eso. Fundamentalmente no me lo pregunto porque yo soy el que no ha cambiado, soy exactamente igual allá que acá", aseguró el artista en un diálogo que mantuvo con Escenario.
Un sector de la crítica le reprochó alguna vez su heterogeneidad, ya que Jairo canta canciones románticas, folclóricas, tango. ¿Demasiado para una sola voz? La respuesta se encuentra en los escenarios por los que pasa. Todo lo que aborda es previamente estudiado con detenimiento y profundidad, lo que le permite pasar de un género a otro sin desentonar jamás. Dueño de una voz única y definida como la mejor por Mercedes Sosa, Jairo, cuando canta, sabe por dónde anda.
-¿Cómo mantiene su entusiasmo tras 40 años de canto?
-Siempre surge una nueva idea que llega a buen puerto y eso es lo que me mantiene con la misma energía. Yo podría armar un repertorio de canciones que han sido exitosas en su momento, pero un espectáculo no se hace solamente con eso. Lo creativo es muy importante para mí.
-Aunque cantar sea un trabajo el público pretende que ofrezca toda su energía.
-Claro. Pero conmigo la gente no ha ejercido la tiranía del hit. En ese sentido el público es muy generoso.
-¿Se siente querido por el público?
-Sí. Soy un privilegiado por eso. Bueno, cantar por un poco más de 40 años, grabar, hacer espectáculos es un gran privilegio. Y ese privilegio lo otorga nada más que el público. A Charles Aznavour le escuché una frase maravillosa hablando del retiro de los artistas. "A los artistas lo que los retira es la indiferencia".Conmigo la gente es muy afectuosa.
-El repaso de los nombres con los que se relacionó a lo largo de su carrera hace pensar en una vida colmada. ¿Le falta algo para completar su carrera?
-Siempre faltan cosas. Ese es otro privilegio que me dio el azar, de haber coincidido en el tiempo con esa gente también. Valoro muchísimo haber conocido a Borges, que lo considero como el punto más alto de la cultura argentina si mezclamos todas las disciplinas. Por supuesto que es una cuestión subjetiva. Haberlo conocido, haber tenido la oportunidad de trabajar con él y que dijera: "Esta canción sí, pero esta no; este poema sí, pero aquel no". Eso ya implica una relación extraordinaria con alguien que ya era extraordinario para uno. O en el caso de los franceses. Nunca pensé que iba a cantar en Francia. No estaba en mis planes. Cuando fui a cantar a España, para mí era un camino de ida y vuelta: yo grababa en España para que los discos salieran en Latinoamérica. Tuve la suerte, en un momento dado, de atravesar Los Pirineos e irme del otro lado de España. Me tocó ir a Francia y que allá me recibieran como si me conocieran de toda la vida. Fue extraordinario. Pero sucedió porque llegué en el momento justo, con una manera de cantar diferente. Eso me decían María Elena (Walsh) sobre Francia y la cantante y coreógrafa inglesa Sandra Le Brocq, con respecto a Inglaterra, ya que en un momento dado tuve que elegir entre ir a Inglaterra o a Francia.
-Usted se volvió del lugar a donde los artistas quieren llegar. ¿Se arrepiente de haber regresado de Europa a la Argentina?
-No, Para nada. No me cuestiono nunca eso. Fundamentalmente no me lo pregunto porque yo soy el que no ha cambiado, soy exactamente igual allá que acá. Siempre me gustó trabajar al límite, ir al fondo de las cosas.
-En la Argentina se percibe una sensación de creciente crispación. ¿Cómo ve el momento actual?
-Hay una especie de crispación. Eduardo Punset —un especie de todo terreno de la cultura, filósofo que le saca punta a todo— dice que los hombres vivimos buscando elementos que nos proporcionan infelicidad. Insistimos muchísimo más en esta búsqueda que en la búsqueda de la felicidad. Algo como esto de buscar elementos para la crispación, para estar permanentemente tensos cuando en esta vida, como dice también Punset, existe la obsesión por saber si hay vida después de la muerte sin darnos cuenta de que en realidad sí estamos seguros de que hay vida antes de la muerte. Y perdemos mucho el tiempo en ese tipo de cosas. Deberíamos poner el acento en las cosas positivas. Avanzaríamos mucho mejor, seríamos mucho más felices. En la Argentina somos mandados a hacer para buscar elementos de enfrenteamientos, de crispaciones. A mí no me gusta esa cosa de partir en dos, las dicotomías en las que a veces nos perdemos. Nos hace perder mucho tiempo precioso, además.
Amigos rosarinos
Jairo actuará acompañado por Osvaldo Figueras (dirección musical, guitarra, coro), Guillermo Cardozo Ocampo (teclados), Daniel Ferrón (bajo, coros), Yaco González (percusión, coros), Gustavo Horche (batería, coros) y Javier Acevedo (acordeón). “En el show de esta noche voy a tener el privilegio de compartir el escenario en un par de canciones con Jorge Fandermole. ¡Qué talento!”, anunció el cantante. “Es un halago que va más allá de lo artístico porque es un tipo que se preocupa por el lenguaje, un cantautor de verdad. Tengo mucha admiración por él y le pedí cantar dos canciones suyas”. Luego agregó entusiasmado: “También van a estar el armoniquista Franco Luciani y el bandoneón de Cholo Montironi”.