Italia estrenó ante el Parlamento un nuevo gobierno dispuesto a impulsar el crecimiento económico, en un momento en que la política de austeridad defendida por las autoridades europeas es más criticada que nunca por los países afectados por la recesión. El planteo hecho sobre el tema por el nuevo primer ministro italiano, Enrico Letta, de centroizquierda, fue enfáticamente compartido por su socio de gobierno, el partido de Silvio Berlusconi. Este colocó a su número dos, Angelino Alfano, como vicepremier y ministro del Interior. Letta prometió incluso cumplir con un caballito de batalla de la campaña de Berlusconi: eliminar el impuesto sobre la vivienda única a partir de mediados de año. La Cámara de Diputados dio su aprobación al gobierno de Letta por 453 votos contra sólo 153 en contra. Ahora falta cumplir el mismo trámite en el Senado, pero se descuenta también allí una amplia aprobación.






























