Israel moviliza a 6.500 reservistas para una eventual ofensiva terrestre en Gaza
Israel atacó ayer objetivos de Hamas en la Franja de Gaza por segundo día consecutivo y se
preparaba para una posible invasión al territorio, luego de causar la muerte a más de 300
palestinos, entre ellos mujeres y niños, con su poderosa ofensiva. A oesar de los numerosos
llamados mundiales a detener la operación, Israel lanzó ayer 30 ataques sobre 70 objetivos.
29 de diciembre 2008 · 01:00hs
Gaza. — Israel atacó ayer objetivos de Hamas en la Franja de Gaza por
segundo día consecutivo y se preparaba para una posible invasión al territorio, luego de causar la
muerte a más de 300 palestinos, entre ellos mujeres y niños, con su poderosa ofensiva. A oesar de
los numerosos llamados mundiales a detener la operación, Israel lanzó ayer 30 ataques sobre 70
objetivos.
Los líderes israelíes dijeron que la campaña era una respuesta a los casi
diarios ataques con cohetes y morteros, que se intensificaron luego de que Hamas, el grupo islámico
que controla la Franja de Gaza, puso fin a una tregua de seis meses hace una semana. Pese a los
asaltos aéreos, militantes dispararon unos 80 proyectiles hacia Israel, dijeron los servicios de
emergencia. En uno de los peores asaltos, dos proyectiles cayeron cerca de la localidad israelí de
Ashdod, un importante puerto ubicado a 30 kilómetros de Gaza, sin dejar víctimas, dijo la
policía.
Tanques israelíes y blindadas se desplegaron por el borde de la Franja, y
parecían estar a punto de ingresar al empobrecido enclave de 1,5 millón de habitantes. El gabinete
del premier israelí, Ehud Olmert, aprobó un llamado a despliegue de unos 6.500 reservistas. La
ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Livni, quien espera convertirse en primera
ministra luego de las elecciones en febrero, pareció descartar una invasión a gran escala con el
afán de restaurar el control del Estado judío sobre el bloqueado territorio, que alguna vez estuvo
lleno de asentamientos israelíes. "Nuestra meta no es reocupar la Franja", afirmó. Consultada si
Israel buscaba derrocar a los líderes de Hamas, un portavoz de Olmert respondió: "No ahora".
Mark Regev, vocero de Olmert, dijo que Israel presionaría con su campaña "hasta
que haya una atmósfera de seguridad, cuando la población ahí no viva más en el terror y el temor de
los constantes ataques con proyectiles".
Manteniendo la presión sobre Hamas en una de las jornadas más sangrientas para
los palestinos en 60 años de conflicto, aviones israelíes destruyeron el principal complejo de
seguridad en Gaza, causando la muerte al menos a cuatro oficiales.
Universidad. Israel expandió su campaña aérea al sur de la Franja de Gaza,
bombardeando 40 túneles de contrabando bajo la frontera con Egipto, parte de una red que es soporte
vital y conecta a los residentes del enclave con el mundo exterior. Por la noche, la fuerza aérea
israelí bombardeó la Universidad Islámica, que constituye un importante símbolo cultural de Hamás.
Testigos consultados aseguran que el campus de la ciudad ha sido escenario de una serie de
explosiones. Las bombas también destruyeron cuarteles regionales de Hamas.
"Impacto e intimidación". Las muertes se elevaron a más de 300 desde que se
iniciaron los ataques el sábado, cuando Israel lanzó lo que describió como asaltos aéreos de
"impacto e intimidación" en contra de las instalaciones de Hamas. Más de 1.000 palestinos
resultaron heridos. Dirigentes de Hamas se escondieron tras el inicio de la ofensiva y
desconectaron sus celulares para evitar que sus ondas de radio fueran captadas por los aviones
israelíes. Hamas estimó que 15 mujeres y algunos niños han muerto. "Palestina nunca ha visto una
masacre tan fea", dijo el líder de Hamas, Ismail Haniyeh.
La ministra Livni sostuvo que Israel estaba tratando de hacer todos los
esfuerzos por atacar sólo a "terroristas" de Hamas, "pero desafortunadamente, como en cualquier
guerra, a veces también los civiles pagan el precio".
Analistas afirmaron que la ofensiva no parece estar destinada a retomar el
control de la Franja o destruir el gobierno de Hamas, metas ambiciosas que podrían dificultar las
elecciones del 10 de febrero en Israel. En lugar de eso, aseguran, Israel buscaba fortalecer su
poder de disuasión y obligar a Hamas a alcanzar una nueva tregua que podría llevar a un cese al
fuego de largo plazo de los asaltos con morteros y cohetes.