Los estadounidenses iniciaron anoche el largo proceso de competencias primarias para elegir candidatos presidenciales en el estado de Iowa, en el Medio Oeste del país. Este Estado, si bien pequeño, tiene importancia histórica por ser el primero en hacer las primarias. Estas tienen en Iowa la particularidad de ser por "caucus", o asambleas de afiliados a los partidos Republicano y Demócrata. Los favoritos son, respectivamente, Hillary Clinton y Donald Trump. Pero mientras Trump parecía tener la victoria asegurada, Clinton veía comprometida su primacía por la aparición del socialista Bernie Sanders.
En todo el Estado, electores registrados en los dos partidos se presentaban anoche a elegir a sus aspirantes, dando el puntapié inicial a un largo proceso en todo el país que terminará recién a mediados de junio.
El sistema de "caucus" es tradicional y muy estimado Se estima que algunas centenas de miles de personas en Iowa se presentarían a votar en las primarias. Entre los republicanos el voto es secreto, mientras que los demócratas forman grupos por candidatos para adjudicarse los delegados a la convención partidaria.
En la próxima semana, las primarias partidarias continuarán en el estado de New Hampshire.
En el caso de los demócratas, Clinton tiene al experimentado senador Bernie Sanders pisándole los talones en los sondeos, al punto de que la ex primera dama no posee ya una ventaja suficiente como para estar segura de la victoria. Además, Clinton precisa exorcizar los demonios que carga desde esta primera primaria en 2008, cuando también llegó como favorita pero sufrió una sorprendente derrota ante un entonces semidesconocido senador de Illinois llamado Barack Obama.
"Ya sé cómo hacer esto y estoy lista", dijo Clinton a la CNN. "Hay mucho entusiasmo y mucha energía. Pido que todos salgan a votar y sean parte de este proceso típicamente estadounidense. Pido que salgan y voten por mí". El crecimiento lento pero constante de Sanders ya se tornó una preocupación evidente para Clinton, que en Iowa volvió a la carga contra Sanders, al afirmar que "Estados Unidos no se puede permitir escoger ideas que suenan bien en el papel pero que no pueden aplicarse".El último sondeo divulgado por la universidad de Quinniepiac exhibe a Clinton en la delantera con 46 por ciento de las intenciones de voto y a Sanders con 43 por ciento.
Entre los republicanos, el multimillonario Trump rompió todas las reglas de campaña de su partido y llegó a la cima de los sondeos a fuerza de declaraciones explosivas y gestos de total desprecio hacia la conducción partidaria.Llega a la primaria de Iowa presionado por el conservador senador Ted Cruz, otro aspirante distanciado de la conducción republicana pero con gran apoyo de la derecha evangélica.Los conservadores de corte más religioso ven a Trump con desconfianza por sus tres matrimonios y los groseros errores que cometió al citar a la Biblia en un acto publico, un recurso que Cruz maneja a la perfección. Pero la ventaja de Trump sobre Cruz es aún amplia y debería ganar en Iowa.Según Quinniepiac, Trump logra 31 por ciento y Cruz, 24 por ciento. Marco Rubio se situaba en un lejano tercer lugar con el 17 por ciento.