Tres policías de la Unidad Regional I detenidos y los máximos jefes de esa repartición de la capital provincial citados a indagatoria por la Justicia federal junto a otra decena de oficiales es la escandalosa derivación del hallazgo, el pasado 2 de noviembre, de un camión cargado con 1.682 kilos de marihuana en Arroyo Leyes, a 25 kilómetros al noreste de la ciudad de Santa Fe. Las irregularidades detectadas tras localizar el vehículo permiten sospechar a los investigadores que hubo una cadena de complicidades y encubrimiento por parte de los uniformados.
Todo se inició la lluviosa madrugada del 2 de noviembre cuando efectivos de la Unidad Regional I "hallaron" abandonado en un camino de tierra, a la altura del kilómetro 14 de la ruta provincial 1, un camión Fiat Iveco, patente LBR421, que llevaba en un semirremolque un contenedor identificado con la firma Hamburg Sud. A partir de un aviso a la subcomisaría 20ª de Arroyo Leyes, varios agentes llegaron a la zona y al inspeccionar el vehículo encontraron que no había nadie al mando. Y al requisar el contenedor se llevaron la gran sorpresa.
Lo que se dijo. Aquel día el subjefe de la Unidad Regional I, comisario Sergio Fernández, sostuvo ante la prensa que "los efectivos encontraron el vehículo con la puerta del acompañante abierta y sin ocupantes. También advirtieron una escalera apoyada contra el contenedor y al subirse al techo detectaron una puerta-trampa que permite el acceso a un habitáculo donde había almacenada una gran cantidad de bultos. Entonces se solicitó el apoyo de personal de la Dirección de Control y Prevención de Adicciones y se comunicó la novedad a la Justicia federal. Así se constató la existencia de 62 bolsas de consorcio, de unos 30 kilos de peso cada una y en cada una de ellas panes y ladrillos de marihuana que pesaron 1.682 kilos", valuadas en 3 millones de pesos.
Ante lo llamativo de la situación, el Ministerio de Seguridad de la provincia dispuso una investigación a través de la Secretaría de Control de las Fuerzas de Seguridad para supervisar la actuación de todo el personal que intervino en el procedimiento. En ese marco se evidenciaron ciertas irregularidades de los efectivos, especialmente a partir de una comunicación telefónica que un policía tuvo con el 911 al arribar al lugar donde se encontraba el camión abandonado y mientras aguardaba refuerzos. Concretamente, esa persona habría identificado a un agente (que luego huyó), apostado en el lugar al momento de llegar.
Los primeros tres. Con el avance de la pesquisa, el fiscal federal de Santa Fe Walter Rodríguez, pidió la indagatoria y detención del sargento Alejandro "El aguja" Agüero; el jefe de la Zona de Inspección 8ª de la Unidad Regional I, Martín Díaz; y el jefe de Orden Público (a cargo de todas las comisarías), comisario Cristian Hang. Los tres efectivos fueron pasados a disponibilidad por el Ministerio de Seguridad y, según la Justicia, participaron del encubrimiento del hallazgo de la droga.
Agüero "habría tenido poder de disposición del cargamento" y se lo investiga por tráfico de estupefacientes en la modalidad de transporte, agravado por la intervención de tres o más personas. Sobre Díaz y Hang, en tanto, el fiscal sostiene que han cometidos los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, incorporación de datos falsos a un acta y sustracción de elementos probatorios.
Pero la investigación de Rodríguez no terminó allí y siguió hacia arriba y hacia abajo. Así, sostiene que el accionar de Díaz y Hang fue desplegado "junto a otros siete suboficiales de la policía que se movilizaban en patrulleros de la subcomisaría 20ª de Arroyo Leyes, la comisaría 14ª de San José del Rincón y el Comando Radioeléctrico de la zona que intervinieron en el procedimiento". Por eso imputó a siete uniformados y pidió sus indagatorias para después de la feria judicial. Los involucrados son los suboficiales Matías Zoratti, Claudia Moreira, Mauro Ruóppulo y Luciano Astrain; los sargentos Fabián Manjka y José Murgia y el cabo Iván Papini.
Los titulares. Finalmente, el fiscal federal Walter Rodríguez pidió la indagatoria del jefe de la Unidad Regional I, comisario Sergio Vergara (quien fuera jefe de Drogas Peligrosas en Rosario), y al subjefe Sergio Fernández ya que "la prueba reunida indica que la autoridad policial provincial guarda un notorio ligamen con el narcotráfico" en la zona de la costa y "varios miembros de la fuerza se encuentran familiarizados con conductas sancionadas por la ley" antidrogas "como autores, partícipes o encubridores".
Según el fiscal, "existe un estado de sospecha suficiente" de que Agüero tuvo "poder de disposición de los 1.682 kilos de marihuana" que transportaba el camión donde "fue privado de su libertad junto a terceros no identificados" en los primeros momentos de la "actuación policial", pero después lo dejaron ir. Su nombre ni siquiera figura en el acta del procedimiento que el fiscal considera falsa. El mismo estado de sospecha pesa sobre Díaz y Hang, que "favorecieron la evasión" de Agüero, "lo encubrieron ante el accionar de la Justicia", permitieron "la sustracción de parte del cargamento" e "insertaron datos falsos en el acta al no incluir la presencia en el lugar del presunto responsable del suceso y otros sujetos que lo acompañaban".
Finalmente, el fiscal manifestó en el pedido de indagatoria que "este último comportamiento" de Díaz y Hang de incorporar supuestos datos falsos al acta "lo desplegaron conjuntamente" con otros siete suboficiales que se movilizaban en distintos patrulleros. Y que, además, "se encuentran reunidos los elementos necesarios para que Sergio Vergara y Sergio Fernández sean invitados al proceso" por su calidad de superiores de todos los involucrados.