Una estruendosa explosión de felicidad estalló en el vestuario visitante del Coloso cuando se reencontraron los jugadores de Central. Desde afuera se podía apreciar cómo retumbaban los cánticos provocados por ese puñado de guerreros, quienes minutos antes habían dejado atónitos a todo el pueblo leproso en su cancha. En medio de la intimidad, y de la tremenda soledad que debieron soportar a la hora de afrontar el derby sin el apoyo de su masa, los auriazules festejaron la victoria haciendo foco en lo grupal, pero con mucho respeto también.
Mientras se disputaban los últimos minutos del partido, dentro del vestuario los utileros, el Rifle Castellano, los kinesiólogos, el Sapo Encina, quien quedó afuera de todo por una lesión (ver aparte), y algunos integrantes de seguridad no despegaban sus ojos de la televisión. Como tampoco dejaban de hacer acotaciones o dar indicaciones como si los jugadores pudieran escucharlos.
Pero todo finalizó en un grito interminable de alegría cuando Patricio Loustau pitó el final, que marcó el triunfo del elenco de Arroyito sobre Ñuls. Automáticamente la celebración comenzó a florecer en ese limitado espacio físico que ocuparon ayer los auriazules. Ni hablar cuando fueron ingresando en fila india los jugadores.
El primero en aparecer en la zona baja fue Jesús Méndez, quien de inmediato sintetizó lo que pasaba por su mente. "Es un triunfo muy importante. Central lo ganó con la mente y el corazón", dijo el mendocino. Más atrás asomó Berra envuelto en lágrimas. Primero no pudo hablar de la emoción, pero luego afirmó con la inocencia de un profesional que recién arranca que "este es un día muy especial para todos los que somos centralistas".
Ferrari fue otro de los que estaba conmocionado. Ni hablar del pibe Acuña, que llegó más tarde porque tuvo que pasar por el antidóping pero andaba chocho, al igual que Carrizo, Delgado y Nery Domínguez. El Loco Abreu parecía hecho también. No se cansó de repetir que disfrutó cada momento de este clásico. Todo era gozo. Luego se sumó el contingente de directivos, con el presidente Norberto Speciale a la cabeza. La alegría parecía interminable.
No obstante, luego de varios minutos de regocijo comenzó a ganar terreno la mesura. Fue entonces que jugadores, cuerpo técnico y médico, plantel de utileros, seguridad, dirigentes y allegados se quedaron casi dos horas en los pasillos del Coloso esperando con paciencia, ya sea parados o apoyados sobre las paredes, y marcado respeto la señal para poder pegar la vuelta hacia Arroyo Seco. Eso sí, lo hicieron a plena sonrisa.
Mauricio Caranta llegó a la quinta
El arquero canalla Mauricio Caranta fue amonestado y así llegó a la quinta tarjeta amarilla, por lo que se perderá el partido del viernes ante Belgrano, en el Gigante de Arroyito.
Al final, Ponce ni siquiera fue al banco
Berti apostó a Fabián Muñoz de nueve y se suponía que Ezequiel Ponce iba a ir al banco de suplentes, pero llamativamente ni siquiera estuvo entre los dieciocho que eligió el entrenador.
El foco en Méndez, Encina y Acuña
Jesús Méndez se retiró con una molestia en el posterior derecho, por lo que habrá que aguardar su evolución de cara a lo que viene. A su vez, le realizarán estudios de imágenes a Hernán Encina (que ayer por la mañana lo probaron y lo bajaron del derby por una sobrecarga muscular) y Walter Acuña, quien apenas duró siete minutos en cancha por una dolencia muscular.
Banega se saludó con Russo y Caranta
El único integrante de Newell’s que se acercó al banco canalla fue Ever Banega. El volante leproso hizo levantar a Russo de su asiento minutos antes del inicio del partido y el DT le devolvió un saludo afectuoso. Lo mismo hizo con el arquero Mauricio Caranta. Los tres formaron parte del plantel campeón de Boca Juniors de la Copa Libertadores 2007.
Hoy va el derby de reserva en el predio
Esta tarde, a las 15, se jugará el partido de reserva entre Newell’s y Central, en el predio de Bella Vista y será a puertas cerradas para el público.
Cambio de lugar para la conferencia
En un momento circuló el rumor de que la conferencia de prensa de Alfredo Jesús Berti no se iba a realizar. Esto no era así si no que se cambió de lugar porque “la sala de conferencias está inundada” por la intensa lluvia, dijeron algunos. Otros contaron que “había problemas con el audio”. Berti habló en otro sector.