La Municipalidad decidió encarar un control más estricto de la venta ambulante y como primer
paso denunció judicialmente a unos 20 vendedores al paño que se disponen habitualmente sobre las
peatonales Córdoba y San Martín. Se solicita el desalojo y secuestro de mercadería, si es necesario
utilizando la fuerza pública. En los próximos días las inspecciones avanzarán sobre los puestos de
las calles San Luis, Rioja y Santa Fe.
Frente a lo complejo que resulta para la administración local erradicar
los puestos informales, el director de la Guardia Urbana Municipal (GUM), Mariano Savia, hizo una
presentación ante el juzgado de Faltas Nº 1, a cargo de Osvaldo Alzugaray, donde solicitó la
identificación de los puesteros y, si corresponde, la aplicación de sanciones establecidas en el
Código de Faltas.
“Son unos 20 vendedores que se resisten a los controles, no
exhiben documentos ni los permisos para trabajar. Estamos en una tarea de prevención que consiste
además en emprolijar la actividad”, dijo Savia a La Capital.
La denuncia remarca que “ninguno de los denominados paños,
artesanos o manteros tiene permiso para ofrecer productos en el piso”.
Así, se solicita que el juez “ordene el desalojo, de ser necesario
por la fuerza pública, procediendo al secuestro de las mercaderías u objetos artesanales a la
venta”, y actuaciones que permitan “la liberación del espacio público”.
En marzo pasado, cuando en medio de una huelga de trabajadores
municipales las calles del microcentro fueron invadidas de puestos de diferentes rubros, el
municipio también pidió la intervención de un juez de Faltas (ver aparte).
Ya en abril, y en el marco de procedimientos contra la piratería de
películas, música y videojuegos, un centenar de vendedores de esos productos se apostó para
protestar frente a las oficinas de la GUM.
Ante la proliferación de puestos, se denunció “la indebida
apropiación de las calles por los vendedores clandestinos, lo que afecta la libre transitabilidad
de los rosarinos, perjudica a los comerciantes formales y genera competencia desleal respecto de
aquellos que cumplen con sus obligaciones”.
“También nos preocupa que se vendan artículos que podrían encerrar
delitos de contrabando”, amplió Savia. Y agregó que en una segunda etapa se van a ampliar los
controles hacia otras arterias.
“Se abarcará Santa Fe, Rioja, San Luis y calles transversales.
Además de corroborar si están habilitados, se revisará el cumplimiento del espacio otorgado, y si
venden los productos para los que pidieron habilitación”, señaló. l