Alrededor de medio centenar de intendentes y presidentes comunales
justicialistas de Santa Fe dieron su aval a la corriente K y mostraron su "compromiso" con las
políticas nacionales en el marco de la visita que hizo el ministro de Planificación Federal, Julio
de Vido.
El mensaje de los organizadores de la reunión, la Federación Argentina de
Municipios (FAM), fue claro: se busca el fortalecimiento del movimiento "político, económico y
productivo" y una manera de profundizarlo es aceitar las relaciones con las municipalidades.
Luego de la inauguración de la central termoeléctrica de Timbúes, De Vido llegó
pasado el mediodía a Rosario para comandar una reunión de claro tinte político. Hubo, previamente,
una escala en Puerto San Martín donde un selecto grupo de cinco intendentes "leales" le volcó
información fina y, como suele ocurrir, le habló de necesidades.
La asistencia a la casa de fiestas Posta 36, en Alberdi, fue casi perfecta.
Participaron los "leales-leales" y otros no tanto. Estaban los del cordón cercano a Rosario (Pérez,
Roldán, Granadero Baigorria, Puerto San Martín) y otros también del sur provincial: Carcarañá,
Venado Tuerto, Rafaela, Las Parejas, Casilda, Cañada de Gómez, incluidos algunos que hasta hace
poco se calificaban de reutemistas.
La explicación a este fenómeno la dio de manera explícita el diputado nacional
Agustín Rossi, quien lo atribuyó a la gran cantidad de obras que se están haciendo en el territorio
provincial. Dijo Rossi que el gobierno viene remontando la imágen de manera sostenida en todo el
país y que a Santa Fe "todas las semanas está viniendo un funcionario a inaugurar una obra".
"Nadie puede decir que el gobierno de Cristina no está invirtiendo en esta
provincia o la está discriminando", cerró.