Una cámara de videovigilancia fue colocada en la desembocadura del arroyo Saladillo y el río Paraná para monitorear durante las 24 horas los posibles efectos de una creciente.
Una cámara de videovigilancia fue colocada en la desembocadura del arroyo Saladillo y el río Paraná para monitorear durante las 24 horas los posibles efectos de una creciente.
"Se trata de un dispositivo igual a los cien que colocó el municipio en la vía pública. Será un elemento más que tendremos en cuenta como prevención al momento de observar el comportamiento del río y las consecuencias de su crecimiento sobre la costa", dijo el director de Defensa Civil del municipio, Raúl Rainone.
Las imágenes de esta cámara se complementarán a las mediciones del Instituto Nacional del Agua (Ina) y de Hidráulica del municipio, dijo el funcionario.
En la actualidad, el Paraná mide 4,8 metros. "Está dentro de la altura que no indica riesgos", dijo Rainone, antes de explicar que los cinco metros son una marca de alerta y los 5, 30 obligan a la evacuación.
La base de monitoreo es la misma que controla los aparatos en la vía pública.